"Hoy que lo pienso, me da pena lo egoísta que fui y sobre todo, lo que tal vez hice sufrir a mi esposa. Pero yo no sabía que padecía eyaculación precoz. ¿Qué es eso? Nadie me lo dijo. Nadie nunca se quejó. Fui educado a la antigua, con costumbres machistas. Las mujeres estaban acostumbradas a obedecer al marido, a complacerlo; se dedicaban a cuidar a la familia y estaban tan ocupadas en eso, que se olvidaban de ellas mismas", cuenta Norberto.
"En mi época no se hablaba de sexo, mucho menos de eyaculación precoz o esas cosas. Los hombres éramos como éramos: proveedores, salíamos a trabajar todo el día y en la noche esperábamos ser atendidos, en todo, sin preocuparnos mucho si la señora estaba cansada o si ella la pasaba bien o no. Las compensábamos de otras maneras, con vacaciones, dándoles todo lo necesario y ellas lo veían como normal", continuó.
"Aprendimos a tener relaciones sexuales como se pudo, con quien se pudo, ¿pues quién nos iba a enseñar? Y nos casamos muy jóvenes. Ahora ya sé que esa sensación de que algo faltaba siempre, como de aburrimiento de mi ex mujer y poner siempre pretextos para no tener relaciones, pues era por eso, porque ella no lo disfrutaba. Yo solo me preocupaba por terminar y a dormir."
"Nos divorciamos hace diez años, no por eso, pero igual influyó. No había vuelto a tener pareja estable hasta ahora, aunque sí salí con algunas mujeres. Una vez, una de ellas me dijo que yo no le duraba 'ni para el arranque'… me sentí…humillado, esa es la verdad".
"Hasta entonces reflexioné en que siempre me pasaba lo mismo, no era capaz de satisfacer a una mujer".
"Fuí a la clínica que anuncian en la tele, vi un reportaje sobre la eyaculación precoz y ahí comprendí. Ahora sé que hay otras formas de hacer el amor, que sí se puede y que nunca es tarde para aprender. Hice un tratamiento, unos ejercicios especiales para fortalecer el piso pélvico y otros que me indicó el asesor en sexualidad".
"Ahora disfruto yo, disfruta mi pareja y no me da vergüenza decir que yo padecía eyaculación precoz, sólo que no lo sabía", cerró Norberto.
En entendemos que lo más importante para su vida es una buena salud sexual, por lo que es necesario no descuidar su relación afectiva, cuando se decide apostar a mejorar el funcionamiento sexual se logra una mejoría marital y/o de pareja.
Comenzando este cambio se vuelve a tener y sentir placer, regresa la felicidad y la seguridad, pilares fundamentales para llevar adelante una relación afectiva con su pareja. A su vez, este bienestar se reflejará en otros ámbitos de su vida a través del control y seguridad al momento de tomar decisiones o llevar a cabo acciones de su vida cotidiana.
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