La prevalencia de los factores de riesgo cardiovascular y el Síndrome Metabólico aumentan drásticamente con la edad, al menos hasta los 60 años. Esto se observa en los países desarrollados e incluso más en los países en vías de desarrollo. Además, el Síndrome Metabólico se está convirtiendo en una pandemia con consecuencias importantes sobre la salud pública.
La influencia de los diferentes componentes metabólicos y hemodinámicas del Síndrome Metabólico sobre la salud arterial ha sido evaluada en distintos estudios clínicos y se ha demostrado una relación importante entre este y la progresión de la rigidez arterial de la aorta y otras arterias grandes.
Más acelerado es el envejecimiento arterial en relación a la cantidad de componentes del Síndrome Metabólico. También se demostró que la presencia de la enfermedad de hígado graso no alcohólico asociada al Síndrome afecta la velocidad de onda de pulso considerada “regla de oro” en lo que respecta a rigidez arterial, indicador de mortalidad y eventos cardiovasculares.
Algunos de los indicadores a considerar son:
- Obesidad abdominal una circunferencia mayor a 102 cm en hombres y a 88 cm en mujeres
- Triglicéridos con un valor al menos de 150 mg/dl o la presencia de tratamiento específico
- Colesterol HDL con un valor superior a 40 mg/dl en hombres y a 50 mg/dl en mujeres o la presencia de tratamiento específico
- Presión Arterial al menos de 130/85 o tratamiento específico
- Glucosa en ayunas mayor a 100 mg/dl o tratamiento específico
En conclusión, los cambios arteriales se acentúan en presencia de Síndrome metabólico y además aumenta a medida que la persona tiene mayor edad. Por eso es fundamental alcanzar un estilo de vida saludable y mantenerlo. Alimentarse sanamente, hacer actividad física adecuada y controlar efectivamente el estrés. De esta forma es posible retrasar los síntomas del envejecimiento y promover una longevidad próspera y saludable.
Dra. Gabriela Tórtolo – MP. 24052 - Especialista en obesidad y síndrome metabólico
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