Las líneas negras en el parabrisas y en las ventanas de los automóviles, presentan puntos negros de estas, están directamente relacionados con el proceso de manufactura de los automóviles. Todo comenzó en las décadas de los 50 y 60, cuando se comenzó a utilizar una técnica de pegado de las ventanas en vez del uso marcos de metal. El pegamento que se utilizaba era muy efectivo, pero para nada estético.
Por este motivo los fabricantes de autos idearon una forma de resolver el problema. Los “Frits”, nombre que identifica al material negro en los bordes de ventanas en forma de puntitos o líneas, están compuestos por un material a base de cerámica plástica y su propósito, además de ser estético, cumple la función de proteger el pegamento que se aplicó al vidrio, ya que este material fue sometido a altísimas temperaturas durante su proceso de fabricación, lo que hace que sea imposible separarlo del cristal.
El patrón que presentan los puntitos tampoco es pura casualidad. Estos se aplican al vidrio de forma decreciente hacia el centro del cristal para dar un efecto visual más placentero al ojo, pero además sirven para ayudar a distribuir el calor de forma más eficiente en los días de mucho calor.
Otra razón por la que los “frits” son útiles es porque el pegamento de los vidrios es susceptible a la luz ultravioleta producida por el sol, entonces estos protegen el pegamento de los rayos solares evitando su degradación.