La ciudad está más linda y accesible para todos, con cientos de obras terminadas que devolvieron el protagonismo al espacio público de los vecinos de la Docta. Valores inclusivos que pueden notarse también en las nuevas veredas, más amplias, con rampas de acceso y losetas direccionadas para personas con discapacidad visual.
El lenguaje de la ciudad tiene una gran riqueza y no solo sus habitantes lo expresan, también lo hacen sus plazas y paseos, calles y peatonales, carteles y veredas. En el Centro, podés encontrarlas en el tramo de calle 9 de Julio, entre La Cañada y Jujuy, la reciente inaugurada semi peatonal. O la que se encuentra sobre calle Deán Funes, entre Tucumán y General Paz. También sobre calle San Martín en inmediaciones al renovado edificio del Mercado Norte.
Pequeñas actitudes
Hay algunas conductas que debemos modificar, como el dejar estacionada la moto o la bicicleta en la vereda, fuera de los lugares permitidos, interfiriendo en el mensaje que intentan transmitir las veredas. Necesitamos entender que estamos afectando a los demás con cada una de nuestras conductas no inclusivas.
Nuevas Centralidades
Las Nuevas Centralidades mejoran y potencian el uso del espacio común de los vecinos. Se trata de zonas olvidadas desde hace años y que son íconos de nuestra historia y cultura. Allí en Guiñazú, Yofre, San Vicente y Güemes, se forestaron los espacios verdes, se colocó nueva iluminación LED, ciclovías y equipamiento urbano.
Pero además se adaptaron las veredas para que las personas no videntes o con escasa visión puedan transitar por la ciudad como un vecino más. Se trata de obras de inclusión social para devolverle el protagonismo al espacio público. Espacio público adueñado por los vecinos.
Las rampas de acceso también forman parte de las obras de las Nuevas Centralidades, facilitando el traslado de personas con discapacidad motriz. Es una pequeña acción con un gran aporte a la ciudadanía, reforzando los espacios de convivencia en los barrios de la ciudad.
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