En el mismo puñado de días en que se anunció la proscripción de María Corina Machado, apareció el último informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos con gravísimas denuncias.
Hipótesis para entender por qué el jefe del régimen autoritario que impera en Venezuela fue el único invitado de las Américas a la asunción de Recep Teyyip Erdogán.
Invitó al jefe del régimen residual chavista al encuentro de presidentes que realiza en Brasilia y dio una versión desopilante sobre lo que ocurre en Venezuela, recibiendo una dura corrección del uruguayo Lacalle Pou y del chileno Gabriel Boric.
En la reunión que tuvo lugar en República Dominicana, el mandatario chileno volvió a despegarse del silencio cómplice de la izquierda regional. En Venezuela volvió a ser evidente la colosal corrupción del régimen que lidera Nicolás Maduro.
A pesar de su inutilidad y de los desastres causados por el régimen que encabeza, el presidente venezolano cumple diez años en el cargo para el que Hugo Chávez lo señaló, antes de partir a Cuba, donde murió. La increíble supervivencia del calamitoso régimen residual chavista.
Por cierto, las denuncias de dirigentes del PRO y el riesgo de protestas de exiliados venezolanos aportaron lo suyo. Pero también es posible que, soterradamente, Lula haya desalentado la participación de los dictadores de Venezuela y Nicaragua en la cumbre de la CELAC.