En un lunes negro para los mercados internacionales, las acciones y bonos argentinos caían con fuerza en un contexto generado por el derrumbe de la bolsas asiáticas.
Desde la madrugada de nuestro país, el principal índice de la Bolsa de Tokio, el Nikkei, se desplomó un 12,40 por ciento. El efecto se extendió al resto de Asia y desde allí a Europa y Wall Street.
La abrupta caída se produjo en medio de la desaceleración china, los temores de una posible recesión en Estados Unidos y la suba de la tasa en Japón.
Con ese escenario, los activos argentinos operaban en baja. Las acciones de empresas argentinas en Wall Street abrieron con descensos de hasta el 6 por ciento pero en el transcurso de la jornada moderaron la tendencia negativa.
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Por otra parte, los bonos en dólares se hunden casi 3 por ciento en la primera rueda bursátil de la semana. A su vez, el riesgo país se ubicaba a 1639 puntos después de haber alcanzado los 1700 en las primeras horas.
Desde el Gobierno relativizaron el impacto del lunes negro sobre la economía argentina y lo adjudicaron al plan económico implementado. “A nosotros nos afectó, pero mucho menos que usualmente, dado el orden macroeconómico y que no tomamos medidas apresuradas como haber salido del cepo”, le dijeron a TN desde el Ministerio de Economía.
Además aseguraron que “con el sobrante de pesos que había” y sin el cepo cambiario el escenario “hubiera sido una calamidad”.
El dólar oficial registraba una leve suba y cotizaba a $ 954. Mientras que el dólar blue operaba con un leve retroceso, a $ 1390. Los financieros aumentaron casi 1 por ciento. El MEP se ubicó en $ 1346 y el contado con liquidación a 1340.