A través de un decreto el presidente Javier Milei busca avanzar con la privatización de Aerolíneas Argentinas. El mandatario tiene previsto firmarlo en los primeros días de la próxima semana, respaldado por la ley de Reforma del Estado.
La decisión de Milei se da en medio del conflicto con gremios aeronáuticos que en las últimas semanas provocó sucesivos paros en la compañía estatal, afectando a miles de pasajeros. También coincide con un momento en el que el Congreso empezó a discutir un proyecto de ley para habilitar la venta de la empresa.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, anticipó en conferencia de prensa la medida del mandatario: “El Presidente va a firmar un decreto que va a declarar a la empresa Aerolíneas Argentinas sujeta a privatización, tal como lo habilita el artículo 9 de la Ley 23.696 llamada Ley de Reforma del Estado”.
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Adorni argumentó que la aerolínea de bandera “arrastra un déficit crónico, a raíz de las desastrosas gestiones que llevaron a cabo todos y cada uno de los gobiernos populistas, lo que provoca la necesidad de efectuar constantes transferencias de recursos públicos que ponen en riesgo la sostenibilidad fiscal”.
El vocero además señaló que desde la reestatización en 2008, “los aportes del Estado para cubrir los déficits de la compañía superan los 8 mil millones de dólares”. Y cuestionó: “¿Por qué los argentinos, incluso quienes nunca viajaron en su vida, deben cubrir esta atrocidad?”.
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En el mismo sentido planteó que hay una “estructura sobredimensionada”. Afirmó que Aerolíneas “cuenta con 1.204 pilotos de línea para volar 81 aviones activos, es decir, casi 15 pilotos por cada avión operativo”. Y agregó: “Es un número excesivo comparándolo con el promedio de la industria”.
Distintas voces del Gobierno salieron a defender la decisión presidencial. Incluso el propio Milei reposteó un mensaje del subsecretario de Prensa, Javier Lanari, celebrando la posible privatización.
“La privatización de Aerolíneas es lo mejor que le puede pasar a los buenos empleados que tiene la empresa. Dejarán de ser rehenes de Biró, ganarán más en una compañía competitiva y podrán crecer laboralmente por mérito propio”, escribió el funcionario y el jefe de Estado lo reprodujo.
También el secretario de Transporte, Franco Mogetta, destacó la medida y aseguró que el plan para la aerolínea de bandera tiene como objetivo que “pueda competir con las reglas de un privado, darle mayor eficiencia en el manejo de la compañía a quienes la operen”.
“Para eso nos hemos ocupado de modificar el marco normativo de la industria aerocomercial, que es la gran diferencia con el proceso privatizador del ‘90, cuando lo que se hizo fue cambiar de manos de monopolio del Estado a uno privado”, explicó. Y añadió: “Lo que promovemos en este Gobierno es totalmente distinto. Lo que queremos es que se compita para poder garantizar mayor conectividad para todos los argentinos y mejorar los precios”.
Por su parte, el ministro de Desregulación del Estado, Federico Sturzenegger, habló de “la necesidad de resolver la cuestión de Aerolíneas Argentinas”.
“La declaración de ‘sujeta a privatización’ la realizará el Poder Ejecutivo Nacional, debiendo, en todos los casos, ser aprobada por ley del Congreso. Asígnase trámite parlamentario de preferencia a los proyectos de esta naturaleza”, detalló Sturzenegger replicando el contenido de ese artículo, y agregó: “De esta manera se acelera la definición sobre el futuro de la compañía”.