Este sábado el presidente de la nación oficializó el cambio de nombre de Centro Cultural Néstor Kirchner (CCK) a Palacio Libertad. La medida se anunció días atrás en el marco de un decreto que fue impuesto por el ejecutivo.
Durante su discurso el mandatario decidió homenajear a Sarmiento. Esta referencia terminó en un duro mensaje respecto al debate en torno al veto de la Ley de Financiamiento Universitario, la cual contó con el apoyó de Diputados días atrás. La iniciativa se aprobó en el Congreso con 160 votos a favor de la norma, 85 negativos y 5 abstenciones.
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“Para algunos quizás sea un simple cambio de nombre. Para nosotros es el principio de un cambio de época en la que dejamos atrás la decadencia”, sostuvo el jefe de estado en el inicio de su disertación.
“Hay quienes hoy toman a sus alumnos como rehenes para mantener sus privilegios”, especificó en torno al tema del presupuesto universitario. En este sentido, aseguró que el debate no tiene nada que ver con la continuidad de las universidades públicas, sino que se trata de una cuestión de administración de capitales.
“La mayoría de los chicos tienen problemas con las matemáticas y la comprensión de textos. Están poniendo mal el foco sobre el final del trayecto educativo cuando tenemos como base problemas de capital humanos”, argumentó. “La Universidad Pública Nacional hoy no le sirve a nadie más que a los hijos de los ricos y a los de la clase media alta. Ya no es una herramienta de movilidad”, agregó.
En esta línea le envió un mensaje a quienes dirigen las casas de estudios y les solicitó que permitan que se realicen auditorias. “Siempre robar está mal. Por eso los queremos auditar. Porque queremos cuidar los recursos. Si no quieren ser auditados es porque están sucios. Díganle a los argentinos la verdad. Admitan que no les interesa la educación y solo quieren cuidar sus curros”, cerró.