Minutos antes de que la Justicia rechace la oferta de 750 mil dólares que Saillén y Catrambone ofrecieron para evitar un juicio por el Surrbac, otro de los protagonistas de la trama, Guillermo Moreno, respondió en Noticiero Doce.
El ex funcionario de Cristina Kirchner -hoy enfrentado con la expresidenta- reconoció que fue contratado como asesor de la obra social del Surrbac por el entonces interventor Eduardo Barone.
Los montos que recibió son millonarios en pesos: cobró más de 3 millones de honorarios y pasó otra factura por 1.5 millones de pesos.
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“Yo tengo muchos amigos en Córdoba, ¿de qué es la sorpresa? No es el sindicato. Fue el interventor, no sé qué es lo que causa extrañeza”, marcó. Y reforzó con una frase llamativa: “Mi perfil político no me impide trabajar en el sector privado. También vendo inodoros”.
“Al interventor lo conozco desde hace 40 años, éramos estudiantes. Es un sociólogo profesional, nos conocemos del mundo profesional. Y mi consultora es privada”, insistió.
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Por otra parte, Moreno negó un vínculo con Jaime Díaz Gavier, uno de los jueces que tiene que definir la suerte de los líderes del Surrbac, pese a la foto de un almuerzo que compartieron.
“Ese almuerzo sí existió, fue durante mi visita a Córdoba para múltiples actos, hicimos por lo menos cuatro, uno de los cuales lo organizó el sindicato con otros sindicalistas. Y a su vez hubo un almuerzo, pero no fue con los jefes, fue con un empresario”, sostuvo.