Ya lleva 18 detenciones en 2024 en Córdoba y se lo bautizó bajo el apodo de “El Pistolero”. El adolescente de 15 años roba a mano armada, lo detienen y a los pocos días abandona la residencia de ocasión para repetir la secuencia, en una especie de círculo vicioso delincuencial.
Ante este complejo escenario, la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) quedó en el ojo de la tormenta, más aún luego de que la jueza Ileana Benedito, quien liberó al delincuente, pidiera que “se profundice el abordaje”.
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Por su parte, la ministra de Desarrollo Humano de Córdoba, Liliana Montero, también apuntó contra la Senaf en Noticiero Doce. “No podemos decir que no se ha hecho nada y que no se puede hacer nada. Se han hecho cosas, no fracasaron los equipos, fracasaron las medidas que se han ido tomando”, enfatizó.
En la misma línea, reflexionó sobre la alarmante estadística que marca que solo el 19% de los empleados del organismo provincial son profesionales. “Había gente con el secundario incompleto, han tenido que ser dados de baja, entendiendo que la Senaf no es una bolsa de trabajo”, expresó.
Y agregó otras medidas que, según sus palabras, rigen desde que ella está al frente de Desarrollo Humano. “Todo el mundo marca tarjeta, hay un control de presentismo. El personal de planta que no esté capacitado deberá hacer capacitaciones obligatorias. Si quieren seguir trabajando acá, deben capacitarse”, indicó aunque también vale mencionar que aseguró haberse encontrado con “muchos y muy buenos profesionales”.
Además, reveló que envió a la Legislatura un proyecto de ley “que establezca con claridad el procedimiento penal, juvenil, tanto para los jóvenes punibles como los no punibles”. Y al mismo tiempo se refirió a la situación de “El Pistolero”: “No quiero hablar del caso puntual, porque está bajo la órbita de la Justicia, pero lo que se hizo fue pedir una excepción (para enviarlo al Complejo Esperanza) en este caso porque creíamos que había que hacer un trabajo de profundidad. La jueza entendió que no y lo respetamos”.
Por último, agregó: “No pasa por si está dentro o fuera del Complejo Esperanza, pasa por qué necesitamos que se autorice para que el joven no se vaya cuando quiera de la residencia. Necesitamos legislación para que los jueces puedan actuar y permitirle a la Senaf abordar al chico”.