En el marco del Día de la Bandera, el presidente Javier Milei lideró un acto en el Campo Argentino de Polo, en el barrio porteño de Palermo, donde tomó juramento de lealtad a soldados y aspirantes de las Fuerzas Armadas. La ceremonia se realizó lejos de Rosario, sede histórica de esta conmemoración patria, donde Victoria Villarruel dijo presente y lanzó un mensaje que generó repercusiones.
“Qué mejor lugar para honrar a Belgrano que estar acá en Rosario”, afirmó la vicepresidenta, en lo que fue interpretado como una crítica directa a la decisión del mandatario de no viajar a la ciudad santafesina.
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Durante su discurso, Milei se presentó como “Presidente y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas”, y agradeció a los efectivos por su entrega: “Jurar la bandera no es una mera formalidad, es un compromiso tan grande como su vida, a la cual deberán estar dispuestos a dejar si la patria se lo demanda”.
Estuvo acompañado por Karina Milei, secretaria general de la Presidencia; Luis Petri, ministro de Defensa; Patricia Bullrich, titular de la cartera de Seguridad; Mario Lugones, de Salud; Mariano Cúneo Libarona, de Justicia; y el jefe de Gabinete Guillermo Francos.
En otro pasaje, criticó el uso político que, a su criterio, se hizo de las Fuerzas Armadas. “Durante años la política las utilizó como chivo expiatorio para justificar la reducción del gasto en defensa bajo el argumento de que los uniformados eran los malos y los grandes culpables de la decadencia nacional”, sostuvo.
También abordó el concepto de soberanía con un mensaje económico: “Se llenaron la boca hablando de soberanía como si fuera agrandar el Estado en lugar de asegurar la prosperidad de su pueblo”.
Sobre el final, el mandatario hizo foco en el valor de la seguridad ciudadana: “Es necesario que los argentinos puedan hacer su vida y descansar tranquilos por las noches sabiendo que hay héroes velando porque estén a salvo”, puntualizó.