En la sesión de este miércoles en el Congreso, además de los debates sobre los vetos presidenciales, se discutirá un proyecto que podría modificar la vida cotidiana de millones de argentinos: el cambio del huso horario.
La iniciativa, impulsada por Julio Cobos, propone que el país adopte el huso -04 GMT, lo que implicaría atrasar una hora el reloj respecto de la actual hora oficial, ubicada en -03 GMT.
+ MIRÁ MÁS: Polémica por los dichos de Álvarez Rivero sobre los niños atendidos en Garrahan: “Ese derecho no lo conozco”
El argumento central es que este ajuste permitiría alinear mejor las actividades diarias con la luz solar, reduciendo la necesidad de consumo de energía eléctrica en horarios clave.
“La Argentina se encuentra casi en su totalidad dentro del huso horario -4, pero hoy funciona con la hora -3”, sostienen los fundamentos de la propuesta, que señalan que esto genera un desfasaje que obliga a iniciar tareas como clases o apertura de comercios aún de noche.

La discusión se da en medio de un contexto internacional atravesado por la crisis energética y la suba de precios del gas y el petróleo. Con un déficit proyectado en la balanza comercial energética que podría llegar a 2.700 millones de dólares este año, el ahorro de energía que promete la medida es uno de los puntos más fuertes para sus defensores.
Pero no solo se plantea como una cuestión económica: también se mencionan beneficios en la salud. La mayor coincidencia entre la hora solar y la oficial favorecería al sistema circadiano, optimizando los efectos de la luz natural en el organismo.
El debate promete ser intenso. La Argentina ya tuvo antecedentes de cambios en el huso horario: hasta 1969 rigió el -04 GMT y, de manera intermitente, se aplicaron políticas de “horario de verano” para aprovechar la luz solar. Ahora, el Congreso deberá decidir si el país vuelve a su huso histórico para intentar combinar ahorro energético y calidad de vida.