Con un discurso desde el salón Felipe Vallese de la CGT, el presidente de la Nación Alberto Fernández festejó el 75° aniversario del Día de la Lealtad Peronista ante la atenta mirada de gobernadores, intendentes, legisladores y otros funcionarios del gobierno nacional.
Fernández hizo referencia al banderazo en contra del Gobierno nacional que se realizó el lunes en todo el país: “Leí que decían que este era el antibanderazo. Sentimos solo amor por nuestro pueblo, acá no hay odios ni rencores. Aquí lo que hay es ganas de poner de pie a la Argentina”, planteó.
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El presidente opinó también sobre el peculiar momento en el que le toca ejercer el cargo: “El peronismo ha querido que ahora me toque a mí. Yo decía que noto como cierta similitud, porque también a nosotros nos toca hacernos cargo en medio de la tragedia que significa la pandemia”. Fernández hizo mención a un comentario que le expresó el gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, quien le dijo: "Dios debe ser peronista, porque menos mal que el peronismo está gobernando en este momento”.
“A la Argentina enferma la vamos a curar nosotros, y la vamos a curar sin odios. Las víctimas del odio fuimos nosotros. Vamos a terminar con esa Argentina del odio”, concluyó.
Perón, Evita, Néstor y Cristina
En su discurso, el mandatario resaltó las figuras de Perón y Evita y subrayó que el 17 de octubre de 1945 “la historia cambió para siempre” en Argentina.
“Durante los años de Perón fueron tiempos en donde un pedazo de la sociedad argentina empezó a ingresar dándole derechos. Muchos de esos derechos los veíamos acá. Así el trabajo se dignificó, así surgieron los sindicatos, los derechos gremiales, así surgió el aguinaldo, las vacaciones. Allí, por primera vez, los que trabajaron, tuvieron derecho a tener vacaciones en lugares dignos. Y las playas argentinas empezaron a poblarse de trabajadores y trabajadoras", expresó.
Además, elogió a Nestos Kirchner y a su vicepresidenta, Cristina Fernández: “Néstor vino años después. Y su lealtad a la gente le permitió a muchos volver a recuperarse después de una crisis tan tremenda como la que vivimos en 2001. Después vino Cristina y otorgó derechos a las minorías como nunca nadie otorgó en la democracía. Y así nació la AUH, identidad de género, muerte digna, matrimonio igualitario. Derechos que todos reclamaban y nadie reconocía. El peronismo querido que ahora me toca a mi ser quien conduzca este presente. Yo decía que noto como cierta similitud entre el comienzo de todo. Porque también a nosotros nos toca hacernos cargo en el medio de la tragedia que significa la pandemia”.