- ¿No va a renunciar?
- Pero ni lo sueñen
El 21 de julio de este año, Alfonso Mosquera fue contundente y desafiante ante la repregunta del periodista en una rueda de prensa. Giró su cabeza con rapidez, su rostro se transformó y mirando a los ojos al aludido lanzó la respuesta de manera rotunda.
+ VIDEO: Mosquera, desafiante ante los pedidos de renuncia:
Fue dos semanas después del crimen de Jonatan Romo en la comisaría de La Falda. El por entonces ministro de Seguridad de la Provincia negó una interna en la Policía de Córdoba y defendió la formación de la fuerza.
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Dos meses más tarde, Mosquera renunció. A través de Twitter aclaró que fue propia la decisión de dejar el cargo como titular de la cartera de Seguridad. “He presentado mi renuncia indeclinable”, publicó minutos después de que el gobernador Juan Schiaretti anunciara cambios en el Gabinete y confirmara su desplazamiento.
Crimen en La Falda
El temblor en la Jefatura de Policía se desató cuando uno de los jefes echados por Alfonso Mosquera realizó fuertes declaraciones en exclusiva a Telenoche.
Se trata de Julio Faría, quien fue separado de su cargo como director general de Recursos Humanos de la Policía tras el homicidio de Jonatan Romo. En su descargo, reveló las falencias dentro de la fuerza.
Un día después, llegó la carta de la Escuela de Suboficiales de la Policía en la que denunciaban graves irregularidades. Ese escrito reafirmaba los dichos de Faría sobre el funcionamiento de la institución.
Ante esto, Mosquera solo atinó a decir: "La Policía tiene una formación acabada y profesional”. “El proceso de formación es constante y continuo”, manifestó de manera categórica, mientras era escoltado por la jefa de Policía, Liliana Zárate Belletti, y el subjefe Ariel Lecler.
Gatillo fácil
Las muertes de Valentino Blas Correas y Joaquín Paredes en manos de policías causaron un cimbronazo con impactos diversos. Cuando Zárate Belletti asumió como nueva jefa de Policía, Schiaretti solicitó cambios en la currícula de la Escuela de Suboficiales. La formación pasó de 14 meses a tres años.
El nuevo protocolo también establecía limitaciones en el uso de armas de fuego por parte de los agentes. "Aquellos oficiales jefes o superiores que no estén a la altura de las circunstancias deberán abandonar de inmediato los deberes de su cargo", había advertido Mosquera en conferencia de prensa.
Tras el crimen de Paredes, el funcionario dijo que su propia renuncia "es una anécdota" en medio del dolor. "Como la de todos los funcionarios del Ejecutivo, está a disposición del gobernador de la Provincia. Es mi jefe político, si resolviera prescindir de mis servicios, ni explicaciones debiera darme".
En su última aparición pública, el pasado viernes 16 de septiembre, Alfonso Mosquera se expresó en Arriba Córdoba sobre el "atroz" crimen de Blas Correas mientras se desarrolla el juicio contra 13 uniformados.
Además de pedir que "caiga quien caiga, cueste lo que cueste", destacó que durante su gestión se hayan implementado cámaras en los patrulleros para que “queden registrados todos los procedimientos”.
Consideró que fue una "decisión estratégica", ya que los videos fueron expuestos por los fiscales ante los principales policías acusados de matar al adolescente en Córdoba.
Excepción excepcionalísima
Esas fueron las palabras que el exministro de Seguridad utilizó cuando presentó el protocolo para la Policía de Córdoba que limitaba el uso de armas, uno de los puntos clave.
Mosquera dijo que con la nueva disposición se fijan "limitaciones expresas respecto de la utilización de armas letales" y remarcó que no se podrán utilizar las armas a modo intimidatorio.
"Eso no habrá de volver a ocurrir, este protocolo será obligatorio y será ley", sentenció.
Pero este martes, la formación y el protocolo volvió a quedar bajo la lupa cuando una joven policía de 23 años abrió fuego contra motochoros en barrio Villa Cornú e hirió a un vecino de 65 años que caminaba ocasionalmente por la zona.
La uniformada quedó imputada por el delito de abuso de arma de fuego. Según la versión oficial, dio la voz de alto, frustró el robo y efectuó al menos dos disparos cuando vio que uno de los motochoros “realizó ademanes de esgrimir un arma de fuego”.
Ola de inseguridad
Cuatro días atrás, Alfonso Mosquera admitió la falta de policías y dijo que analizaban convocar a retirados. Lo hizo en declaraciones a Arriba Córdoba al advertir la caída en el número de agentes en funciones.
Explicó que la situación se dio principalmente por dos factores: los pases a retiro o desplazamientos por diferentes motivos, entre ellos los uniformados que incurrieron en malas conductas, y la extensión del plan de estudio en la Escuela de la Policía.
El exministro aclaró que la decisión adoptada no fue por el aumento de la delincuencia y volvió a defender a la Policía. Sostuvo que no estaba desbordada al hacer una comparación en la cantidad de detenidos que hubo entre el año pasado y lo que va de este año.
Sin embargo, vinculó la inseguridad a "un contexto nacional y provincial que condiciona gravemente los problemas". "La sociedad puede percibir que tiene una política de seguridad y una Policía de la Provincia de Córdoba que trabaja a destajo para mitigar este flagelo", sentenció.