Argentina le pagará 130 millones de dólares por año a Chile para afrontar la crisis energética que viene causando problemas hace tiempo en nuestro país.
El ministro de Energía, Juan José Aranguren, y su par chileno, Máximo Pacheco, acordaron la importación de 5,5 millones de metros cúbicos diarios de gas natural licuado (GNL) para el invierno.
Las autoridades chilenas informaron que las pruebas técnicas comenzarán en febrero para garantizar el suministro desde mayo a septiembre. La entrega de combustible se realizará por dos vías. En Salta, a través de la terminal de GNL Mejillones y el gasoducto Norandino; y en Mendoza, por GNL Quintero y el gasoducto GasAndes de Chile.
El volumen de energía representa alrededor de "un 40% del consumo diario de la provincia de Buenos Aires", según señaló el ministro Pacheco a la prensa chilena.
Lo insólito es que Argentina exportaba gas a Chile hasta el comienzo de la presidencia de Néstor Kirchner. Como la inversión fue insuficiente para satisfacer la demanda interna, se suspendió la venta. Ahora, la relación comercial regresa pero con nuestro país en otro rol, el de de comprador.