La carrera hacia las elecciones 2023 ya comenzó y desde Juntos por el Cambio miran con especial atención lo que pasa en Córdoba. En Arriba Córdoba, y tras reunirse con Rodrigo de Loredo y Luis Juez en el norte cordobés el fin de semana, Patricia Bullrich marcó su deseo de que "vayan juntos" a la disputa por la gobernación.
"Nosotros desde afuera no podemos venir a dictarle a Córdoba su solución para resolver su interna. Para eso hay un diálogo bastante avanzado. Hay que alinear Córdoba al proyecto de triunfo nacional, se lo dije a De Loredo y a Juez", sostuvo.
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En ese contexto, la exministra cuestionó al gobierno de Hacemos por Córdoba: "No hay dudas de que tenemos que ganar Córdoba, no se puede mezclar un gobierno que hace 24 años que gobierna Córdoba, que en el último año ha tenido un montón de rasgos kirchneristas en el Congreso y no ha estado del lado de las necesidades de los cordobeses, respecto de un gobierno de Juntos por el Cambio".
Bullrich insistió en que senadores y diputados schiarettistas votaron junto con el oficialismo nacional "en un montón de temas".
Veredicto
A un día de que se conozca el veredicto en la causa Vialidad, que tiene a Cristina Kirchner como principal acusada por presunta corrupción en la obra pública, Bullrich reclamó que el Gobierno nacional tenga "una conducta civilizada y correcta".
"Que no ponga en riesgo la paz social en Argentina", advirtió, al tiempo que aclaró que desde Juntos por el Cambio serán "totalmente institucionalistas" ante una condena o absolución. "Esta realidad parece estar cruzada por una decisión de politización extrema por parte del kirchnerismo, una deformación institucional que lleva a que la sentencia pueda ser discutida en la calle o con medidas de fuerza, es extremadamente peligroso", analizó.
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Consultada por el clima de convivencia política, la referente del PRO dijo que "está roto hace mucho tiempo" y acusó al kirchnerismo por instalar "una ideología del enemigo, todo aquel que no piensa como yo es un gorila que no merece vivir en este país, un antipatria".
Por último, descartó de plano las acusaciones contra Gerardo Milman, su colaborador, a quien la vicepresidenta vinculó con el atentado contra su vida: "Es falso de toda falsedad. Ya conocemos que sobre una mentira se intenta construir una verdad. Han encontrado como punto para pegar que Milman tiene dos o tres secretarias, que son abogadas y tienen título profesional".