“Andrea, el arma es mía”, fue el mensaje que Nicolás Gabriel Carrizo, el jefe de los copitos, le envió a una media hermana tras el ataque a Cristina Kirchner. El último detenido por el atentado intercambió mensajes con una pariente en la madrugada del 2 de septiembre y la conversación revela que conocía el plan de Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte.
Carrizo estaba preocupado porque, según expuso en el chat, el arma tenía sus huellas. En medio de la desesperación por lo que podía sucederle, confesó: “Esto estaba planificado para dentro de una semana. Hizo todo mal. Es un pelotudo”. “Estamos decididos a matarla a puta esa”, dijo en referencia a la vicepresidenta.
El joven fue arrestado en la noche del martes. Sin embargo, cuando declaró durante tres horas ante la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, negó su participación.
Sabag Montiel gatilló a metros de la cabeza de Cristina Kirchner y lo hizo con una pistola Bersa calibre 32, que fue secuestrada. Pero el jefe de la banda que comercializa algodón de azúcar "intervino de forma activa en la planificación del suceso, habiendo aportado para su realización un arma de fuego tipo pistola calibre 22 corto", según la información que obtuvieron de su celular.
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“El arma con la que intentó ponerla no es la mía, yo le di un 22 corto... Recién hable con la novia y la tiene ella así que mañana la vamos a ocultar y vamos a ir a Crónica a hablar”, agregó Carrizo en la charla por WhatsApp con su hermanastra Andrea.
Durante la indagatoria, Gabriel Nicolás Carrizo dio su versión sobre esos mensajes y aseguró que hubo “malos entendidos” porque le “estaba haciendo una joda” a la joven. “Voy a parecer un gil, le estaba haciendo creer que era parte de esto, no fue real, no estaba vinculado con Brenda ni con Nando y ahora entiendo porque estuve en el calabozo, por esa mierda que dije”, añadió.
De manera insistente, se defendió: “Les juro que fue mentira”. Y reconoció que “se la mandó con hacer esa joda”. “Si voy preso por una pelotudez, yo me pegó un tiro, yo nunca pensé que esto iba a terminar vinculándome”, manifestó ante los investigadores y aclaró que “nunca” estuvo cerca de la casa de la expresidenta.
Carrizo es el cuarto detenido y permanecerá tras las rejas mientras determinan su grado de participación en el ataque contra Cristina Kirchner en Recoleta.
El chat
- Carrizo: Andrea el arma es mía.
- Andrea: No está a tu nombre Gaby.
- Carrizo: No pero aparecen mis huellas.
- Andrea: Gaby no quedan tus huellas. No te comas la cabeza. Tiene la huella del otro chabón.
- Carrizo: Esto estaba planificado para dentro de una semana. Hizo todo mal. Es un pelotudo.
- Carrizo: Estamos decididos a matarla a puta esa (sic).
- Andrea: Pensá en tu hermano Gaby.
- Carrizo: Cristina tiene miedo, salió mal pero tiene miedo.
- Andrea: Pensá en Facu.
- Carrizo: Mi amigo estuvo a un segundo de convertirse en héroe nacional Andrea... Estuvo muy cercaaa. Falló el arma. No lo entiendo, andaba bien.
- Carrizo: Mirá no sé si es una buena noticia pero el arma con la que intentó ponerla no es la mía, yo le di un 22 corto... recién hablé con la novia y la tiene ella, así que mañana la vamos a ocultar y vamos a ir a Crónica a hablar.