Mediante una dura carta que envió el Arzobispo Monseñor Carlos Ñáñez, la iglesia católica expresó este jueves su postura política y dijo no estar de acuerdo con las nuevas restricciones impuestas el pasado lunes. Ante la fuerte repercusión, desde el gobierno rectificaron la desición y se flexibilizó la actividad en las iglesias y templos de culto en la Provincia de Córdoba.
Para los departamentos alcanzados por el DNU nacional, se indicó que se podrán realizar ceremonias tales como misas, pero limitadas a un máximo de 30 personas.
Según indica el nuevo protocolo, se podrán realizar las siguientes actividades:
- Oraciones individuales.
- Confesiones.
- Ayuda y orientación espiritual individual.
Además, se autorizan a celebrarse los siguientes sacramentos teniendo en cuenta las consideraciones que a continuación se mencionan:
- Casamientos: sólo se autoriza a concurrir a los novios y padrinos o padres, no pudiendo superar la cantidad de OCHO (8) personas incluyendo al celebrante y al eventual asistente.
- Bautismos: sólo se autoriza a concurrir a los padres y padrinos, no pudiendo superar la cantidad de SIETE (7) personas incluyendo al bautizado, al celebrante y al eventual asistente.
Con salvedad de las mencionadas anteriormente, no están permitidas las celebraciones comunitarias.
El líder espiritual previamente acordará los turnos para recibir a los fieles que soliciten ayuda, orientación espiritual o confesiones.
No deberá haber agua bendita en las pilas.
Mala interpretación
Más temprano, el Ministro de Salud Diego Cardozo se refirió al tema y dijo que hubo una "mala interpretación" de la iglesia, haciendo referencia expresa a la carta de Ñáñez. El funcionario dijo que en realidad la prohibición era para "concurrencias abultadas de personas", pero que confesiones, bautismos y casamientos programados, estaban habilitados. Es decir, dejaba afuera las misas.