Los números de la lucha contra el coronavirus en Córdoba siguen siendo positivos y gracias a esto la provincia puede seguir avanzando hacia la flexibilización. Es por ello que el ministerio de Educación prepara un protocolo para el regreso paulatino y moderado a las aulas en territorio provincial.
Aún no hay una fecha confirmada para que los alumnos vuelvan a las instituciones educativas, pero especulan con que sería después de las vacaciones de invierno. Autoridades destacaron que los lineamientos no están totalmente definidos y que la encuesta nacional de educación que realiza el Gobierno será determinante para poder evaluar cada aspecto particular.
Los principales puntos que tendría el protocolo
Por ahora no es oficial, sino que son modelos que se analizan teniendo en cuenta disposiciones que se están tomando incluso en otros países. Según información que obtuvo La Voz, el retorno a clases presenciales será escalonado, progresivo y rotativo. Eso implicará menos alumnos por aula: serían hasta 10 en nivel inicial y entre 10 -15 en nivel primario y secundario.
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Los alumnos deberán utilizar el tapabocas tanto para ingresar como para retirarse. Además, evalúan que en el caso del secundario sea obligatorio dentro del aula.
Sugieren también evitar el uso de mochilas y que cada uno higienice sus elementos de estudio. El uniforme (o ropa) deberá ser lavado diariamente y el calzado tendrá que ser desinfectado pisando un paño mojado de agua con lavandina o incluso rociándolo entero con alcohol diluido.
El lavado de manos será obligatorio antes de cada nuevo ingreso al aula: ya sea al comienzo del día como tras del recreo. Las instituciones educativas deberán proveer agua segura, jabón líquido, toallas descartables y alcohol en gel (o diluido al 70 por ciento).
Todas las superficies de áreas comunes deberán ser constantemente aseadas con lavandina y desinfectadas, con especial hincapié en baños, aulas y comedores. Una de las disposiciones analizadas propone limpiar cada dos horas picaportes, mesas de trabajo, sanitarios, barandas e instalaciones de agua.
La llegada al colegio
El protocolo propondría no utilizar el transporte público a menos que sea estrictamente necesario. En caso de transporte escolar, las medidas de prevención tendrán que ser estrictas.
Cada alumno podrá llegar y retirarse de la institución acompañado de un adulto, pero recomiendan que este no sea mayor de 60 años ni paciente de riesgo de coronavirus.
Nadie podrá asistir a clases con síntomas de COVID-19 y piden responsabilidad a las familias para no ocultar información sobre casos sospechosos. Si algún miembro tuvo COVID-19, tendrá que comunicarlo a las autoridades del colegio con antelación.
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En caso de detectarse un caso positivo, la escuela deberá suspender todas las actividades e informar a las autoridades de Salud los nombres y datos de todas las personas que hayan asistido al establecimiento.
Distancia social
En las aulas recomiendan que los bancos se organicen en semicírculo, con una distancia mínima de 1,8 metros entre cada uno.
En los recreos se deberán evitar aglomeraciones y compartir cualquier tipo de elemento o alimento, llevar meriendas/desayunos directamente desde el hogar y dividir las salidas según cursos.
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Una encuesta, distintas realidades
Para poder reabrir sus puertas, cada institución educativa deberá garantizar condiciones básicas de infraestructura. Sin embargo, no será tarea fácil debido a la diversidad de establecimientos teniendo en cuenta vulnerabilidad económica y escuelas rurales.
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Para ello serán claves los resultados de la "Evaluación Nacional del Proceso de Continuidad Pedagógica” que realiza el Gobierno Nacional. Se trata de una estrategia nacional “para conocer cómo se desarrolla la continuidad pedagógica durante la pandemia y planificar el regreso a las aulas”. Se llevará a cabo durante junio y julio y serán encuestas a 30.000 directivos y docentes de todo el país y 2.800 familias.
Este estudio permitirá terminar de definir el protocolo y planear tiempos y formas del regreso paulatino a clases presenciales.