El cordobés Ricardo Jaime se convirtió en el único ex funcionario kirchnerista que continua preso, luego de la liberación de Juan Pablo Schiavi que se produjo en la tarde de este lunes. El ex secretario de Transporte tenía una condena firme por la tragedia de Once y había cumplido dos tercios del plazo establecido de dicha condena.
Schiavi recibió un fallo a favor por parte de uno de los fiscales de su causa, y por esa razón le otorgaron la libertad condicional. Desde que Alberto Fernández llegó a la presidencia, ya son 20 los ex funcionarios detenidos que salieron de prisión.
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"En base a los informes aunados, a las expresiones positivas de la totalidad de las áreas que conforman el Consejo Correccional, al veredicto favorable emitido por el Equipo Interdisciplinario de Ejecución Penal, a la ausencia de otros antecedentes penales condenatorios y la clara observancia de los reglamentos carcelarios por parte del condenado, es que entiendo que el pronóstico de reinserción social del interno es favorable", sostuvo el juez Gorini en la resolución.
El mismo magistrado le había concedido al ex secretario una considerable reducción de días a su pena por haber realizado varios cursos de capacitación. Schiavi, acusado de estrago culposo agravado por haber causado la muerte de 52 personas y lesiones en otras 789, dejará la prisión en el penal de Ezeiza.
Por el contrario, Leonardo Menghini, uno de los representantes de la querella, advirtió que "es un nuevo golpe a una sociedad carcomida por la corrupción y hastiada de ver delincuentes que salir de las prisiones, después de haber destrozado vidas".
Tras la liberación de Schiavi, el ex funcionario K, Ricardo Jaime, es el único en permanecer en la cárcel por causas de corrupción. De profesión Ingeniero Agrónomo, Jaime fue secretario de Transporte durante los años 2003 y 2009, en los gobiernos de Nestor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.
El nacido en Córdoba acumuló durante los años posteriores a su gestión varias causas penales por lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y otros delitos relacionados a la corrupción estatal. Jaime llegó a vivir en la avenida del Libertador al 600, una de los zonas más caras de la Ciudad de Buenos Aires, una casa de fin de semana en un barrio cerrado de San Isidro, poseer un avión, un hotel, autos, motos, un yate cuyo valor es de un millón de dólares, una casa en un country en Córdoba, una casa de veraneo en Carlos Paz y varias otras propiedades.