Como se pronosticaba en los mercados financieros, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) bajó la tasa de política monetaria del 28,75 por ciento al 28 por ciento anual. La reducción se ubicó en la mitad de lo que se esperaba.
La decisión moderada del organismo que encabeza Federico Sturzenegger se debe al temor a la disparada del dólar, que llegó a 19,28 pesos, y de la inflación. "El Banco Central será cauteloso en la adecuación de la política monetaria al nuevo sendero de desinflación", indicaron en un comunicado.
"Naturalmente, si se busca una menor velocidad de desinflación que la planeada originalmente, corresponde un sendero de política monetaria menos contractivo que el que antes se preveía", señalaron, en referencia a los cambios en las metas inflacionarias del Gobierno.
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"Pero esa moderación en el sesgo contractivo sólo podrá sostenerse en el tiempo en la medida en que la evolución de la desinflación sea compatible con la trayectoria buscada", cerró el comunicado del BCRA.
Según especialistas, las tasas siguen manteniéndose en un nivel alto porque incentiva el ahorro en pesos (Lebacs u optros activos) y limita la cantidad de dinero circulando. Por un lado, eso enfría la economía y contiene el aumento de precios. Por el otro, provoca un retraso en el crecimiento económico.