La Municipalidad de Pilar, provincia de Córdoba, atraviesa un escandaloso momento por la venta de terrenos públicos a bajo costo, es decir, a un precio que no correspondería con el mercado. Uno de los denunciantes, el concejal de la UCR, Lucas Tosco, aseguró en Arriba Córdoba, que las 11 hectáreas que pertenecían al municipio fueron vendidas a un particular.
El proyecto fue presentado en enero de 2016 durante una sesión extraordinaria. A pesar de que el terreno estaba tasado en 57 millones de pesos, lo vendieron en un millón de pesos y en cómodas cuotas: entregaron 300 mil pesos en efectivos y el resto se pagó en seis cuotas de 100 mil pesos cada seis meses, por lo que debería terminar de pagarse en 2019.
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De acuerdo a lo que explicó Tosco, desde la Municipalidad aseguraron que el bajo precio de esas tierras se debía a que “no estaban aptas para el desarrollo urbanístico”. Sin embargo, luego de una pericia geológica se constató que “al menos cinco son utilizables y las restantes demandaban una obra de contención”.
Ante esta denuncia por presunta estafa, están imputados el intendente de Pilar, Diego Bechis, cuatro concejales (Pedro Botta, Marina Canalis, Carla Inaudi y Rodolfo Rodríguez), dos exfuncionarios (Martín Biagiola y Pablo Ghío) y un particular (Eugenio Milich). Además, fue detenido el asesor letrado municipal, Cristian Moyano, y trasladado a Bouwer.
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Tosco reveló que el particular es de la localidad de Río Segundo y que actualmente está en Brasil, prófugo de la Justicia. “Sería un testaferro y el real comprador sería otro vecino, Pablo Ghío, dueño de los únicos dos boliches de Pilar”, indicó el concejal de la UCR. También contó que en el momento de la compra, Ghío era el encargado del área de Juventus y deporte y en el convenio de compra-venta, se le exigía poner un lugar de entretenimiento: boliche, complejo deportivo, pileta de natación y un parador.
Un dato no menor
Uno de los imputados, el concejal Pedro Botta, lo conocimos por otra faceta, que en su momento hizo emocionar a todos por una imagen que se viralizó. Se trata del profesor del CENMA que se convirtió en niñero durante la clase: para que una de sus alumnas pudiera tomar nota de la clase, sostuvo a la pequeña beba en brazos.
Consultado por El Doce, Botta se defendió: “Tenemos muchas ganas de contar nuestra verdad, que es la que se desprende de la realidad, pero no es posible en esto de dejar actuar a la Justicia. Vamos a ser absolutamente respetuosos como siempre de esta”.