Desde hace casi una semana, Marina y Alexa, de 14 años, están internadas en el Hospital de Niños luchando por sobrevivir luego de la tragedia vial en las Altas Cumbres.
Su estado sigue siendo crítico y aún “no han salido del peligro de la muerte”, según reveló Laura Bengoa, tía de una de ellas y hermana de la docente Alejandra Bengoa (56), quien falleció en el siniestro que protagonizó el legislador Oscar González.
En diálogo con Noticiero Doce, la hermana de la conductora fallecida cuestionó la actitud del presidente provisional de la Legislatura en los minutos posteriores al choque. “Mostró cero empatía por lo que acababa de generar él mismo, no se preocupó en ningún momento por lo que estaba pasando en el auto de mi hermana”, manifestó.
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Además, Laura denunció que apenas pudo reaccionar tras el impacto González “empezó a hacer sus cosas con el vehículo” y “no le importó” que en el Renault Sandero había tres personas, entre ellas, dos menores en gravísimo estado.
Su relato coincide con el de Nazarena Torres, la joven del monopatín eléctrico que fue atropellada por Oscar González en la explanada del Centro Cívico en septiembre. En Noticiero Doce también había manifestado la falta de “empatía” tanto del peronista como de su entorno: “Me fui inconsciente en la ambulancia”.
La hermana de Alejandra Bengoa confesó que su familia tiene “temor” porque Oscar González “es una persona con poder”. Si bien el legislador está imputado por homicidio culposo agravado y lesiones culposas agravadas, les preocupa que “se obstaculicen las investigaciones y se siga protegiendo a este tipo de gente”.
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“El poder ya sabemos cómo es. Esperemos que eso no interfiera para que se haga justicia, que no haya encubrimiento de ningún tipo y que sigan hasta las últimas consecuencias”, cerró Laura Bengoa.
Quién era Alejandra Bengoa
La tragedia enlutó a Mina Clavero, donde vivía la víctima junto a sus dos hijas -una de ellas es Marina- luego de enviudar hace seis años.
Alejandra Bengoa era de Mar del Plata. Luego de que falleciera su pareja, dejó de trabajar para dedicarse a la crianza de sus hijas de 19 y 14 años. Su familia la ayudaba económicamente.
“Era una persona muy importante para nuestra familia. Muy luminosa, sensible. Un ser muy delicado, un ángel en la tierra”, expresó su hermana. Y afirmó que la fuerza para seguir pidiendo justicia sale “del amor que se tuvieron toda la vida”. “Era puro amor y de ahí la fortaleza”, señaló emocionada.