Ante la crisis climática que atraviesa el mundo, encontrar nuevas formas de energía no contaminante es un desafío que el mundo debe enfrentar. En el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), el presidente Alberto Fernández anunció un acuerdo con la empresa australiana Fortescue para producir "hidrógeno verde".
La inversión de esa compañía en Argentina sería histórica: el acuerdo incluye la inyección de 8 mil millones de dólares para lograr producir y exportar energía sustentable en el 2030.
Al respecto, el ingeniero civil Santiago Reyna analizó las posibilidades del país. "En la Patagonia y en Córdoba hay gran posibilidad de producir energía eólica. Y en el norte también podemos producir energía solar. A esa energía la podemos transformar en energía eléctrica y ahí empezamos con el hidrógeno verde", introdujo en Noticiero Doce.
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Luego aclaró: "En realidad el hidrógeno no tiene ningún color. Hablamos de hidrógeno verde cuando la energía eléctrica que se obtuvo para generar la hidrólisis que separa en el agua el hidrógeno del oxígeno se obtuvo de forma sustentable, usualmente la solar y eólica".
Por el contrario, el hidrógeno negro o gris, el más utilizado hoy en día, es el que se obtiene quemando combustibles fósiles como carbón, gas o petróleo.
+ VIDEO: La explicación del ingeniero Reyna en Noticiero Doce:
Largo camino
Si bien Reyna remarcó la necesidad de obtener energías limpias, planteó que "después viene el tema de qué hacemos con el hidrógeno".
"Necesitamos transportarlo en hidroductos, eso nos falta y es muy oneroso. Para usarlo se pueden usar dos formas: o lo quemamos como si fuese un auto o usamos celdas, que recién están en desarrollo. Hay mucho por hacer todavía", explicó.