Javier Milei publicó un súper decreto de necesidad de urgencia con más de 300 artículos de desregulación de la economía que generó todo tipo de repercusiones. A un día de la cadena nacional, el presidente advirtió que “hay más” medidas y ahora llamará a sesiones extraordinarias para enviar un proyecto de ley que “contiene aspectos sobresalientes en lo que tiene que ver con el funcionamiento del Estado”.
En radio Rivadavia, aseguró que las repercusiones “han sido importantísimas” y que “hasta en las filas propias estaban sorprendidos”. Sin embargo, hubo un sector que salió a expresar su descontento después del DNU. Sobre los cacerolazos y bocinazos, Milei planteó: “Puede que haya gente que sufra síndrome de Estocolmo”.
Ante esa asociación, explicó: “Están abrazados y enamorados del modelo que los empobrece, pero eso no es la mayoría de los argentinos. Hay gente que mira con nostalgia, amor y cariño al comunismo”.
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También apuntó contra el expresidente Alberto Fernández y le aclaró que la república no está en riesgo: “Está en riesgo con el populismo no con libertad”.
El presidente aclaró que este paquete de medidas beneficiará a la clase media “con la baja de la inflación, con la recuperación que va a tener la economía, que va a conseguir un mejor trabajo y un mejor nivel de vida”.
“Lo que estamos haciendo es sincerar el desequilibrio macroeconómico. La alternativa es no hago nada, me voy a una hiperinflación y mis ingresos van a caer 90 por ciento”, subrayó.
En ese sentido, se sinceró: “Hay un montón de cosas del paquete que no me caen simpáticas, pero resuelvo en la urgencia evitar la inflación. Hay un conjunto de medidas antipáticas, pero históricamente los ajustes cayeron sobre el total de la población y es la primera vez que el 60 por ciento del ajuste cae sobre el Estado”.