Creer o reventar. Parece que nada calmaba los dolores de cabeza que sufría Mauricio Macri en sus primeros días de gestión. Y esa sería la causa de la "limpieza especial" que ordenó el Presidente para su oficina en la Casa Rosada.
Así fue que, mientras Macri realizaba su viaje por Davos, su despacho recibió un lavado de cara general que incluyó modificaciones en los muebles, en los cuadros y hasta en el aroma del lugar que fue ocupado por Cristina Kirchner en los últimos ocho años.
Cristina estaba rodeado por imagenes de próceres como José de San Martín, Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Manuel Dorrego. "Parecía un museo", fue el comentario que se escuchó en la Rosada. Ahora, tiene una ambientación más moderna, con obras del pintor Luis Benedit y hasta una foto del Obelisco.
Además, se cambió la mesa rectangular por otra redonda con menos sillones. Algunas de las modificaciones quedaron en evidencia cuando Macri recibió al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.
Sin embargo, también se renovó "el aire" del lugar. Según el diario Clarín, un funcionario de confianza le preguntó a Macri si lo primero que haría sería limpiar su despacho: “Sí, ya hay gente que se está ocupando de eso”, habría contestado el Presidente.
La oficina abandonó el aroma a vainilla y limón elegido por Cristina y la renovación energética habría incuido técnicas vinculadas a la religión. Dicen que, desde el cambio, el presidente ya no sufre los dolores de cabeza.