Con “profundo dolor y gran desilusión”, Luis Juez se expresó sobre los resultados en el cierre del escrutinio provisorio luego de una elección provincial muy pareja. Quedó tres puntos por debajo de Martín Llaryora y, si bien no admitió ningún resultado después de un recuento lento y calificado por la oposición como "vergonzoso", adelantó que instruirá a los apoderados y van a contar “uno por uno” los votos.
El candidato a gobernador de Juntos por el Cambio dialogó con Aquí Petete por radio Mitre Córdoba y dirigéndose a los cordobeses, lamentó: “Perdieron la oportunidad de plantear una provincia distinta”. Al borde del llanto, le pidió disculpas “a la gente que se hizo ilusión” por no poder concretar sus promesas de campaña.
“No me guardé nada, le puse todo y duele que los dueños del poder terminen siempre con la última palabra”, se lo escuchó decir afectado. Además, cuestionó el proceso electoral: “Esperábamos que tuvieran una cuota de transparencia”.
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Pese a que no reconoció una derrota, Luis Juez insistió en que “más que los números, le preocupa la institucionalidad”. Volvió a denunciar que el peronismo cordobés “destrozó la institucionalidad” y “convirtió a Córdoba en Formosa”.
Luego de escuchar las declaraciones de Llaryora en el comando de Hacemos Unidos por Córdoba en la madrugada, sostuvo que esta generación que viene a reemplazar 24 años de una sociedad liderada por De la Sota y Schiaretti “no tiene ningún código”.
Sobre los festejos del candidato oficialista, dijo: “Ni siquiera tenía el resultado definitivo y se lo sacaban de encima a Schiaretti”. “Esperaba que Schiaretti se fuera de otra forma… Ignorado por los propios y con la misma mecánica que llegó. Inició con fraude y se va con sospechas”, sentenció.
“A mí no se me cae nada por admitir o no admitir. Me gusta perder o ganar, no me gusta que me atropellen, roben ni maltraten. Siento que lo que le dejamos a nuestros hijos es de pésima calidad”, insistió Luis Juez.
La entrevista llegó a su fin y no dio definiciones. Aclaró que “a los bandidos no les reconoce nada” y que su mayor virtud es la decencia. “Me ganaron lo que no me van a callar”, concluyó.