“Hoy no estoy en ese lugar”. Así respondió Mauricio Macri durante su visita en Córdoba al ser consultado sobre la posibilidad de ser candidato en las elecciones de 2023. Y especificó que prefiere seguir ocupando “el mismo rol" que tiene actualmente y priorizar “el para qué antes que el quién”.
También adelantó que las elecciones del año que viene serán "muy distintas" a las que lo consagraron presidente. “El 2023 va a ser totalmente diferente al 2015. Hoy hay un nivel de madurez que el votante argentino no tenía hace cuatro años", marcó.
Sobre el gobierno del Frente de Todos, habló de "una cultura oscura del poder que se está acabando". Consultado puntualmente por la causa Vialidad afirmó: “Fue la primera confirmación que tuve es que somos absolutamente distintos” y subrayó “en nuestro Gobierno no hubo ningún Báez”.
El líder de Juntos por el Cambio fue recibido en la capital provincial por un auditorio en el que encontró afinidad y disertó en un almuerzo organizado por la Bolsa de Comercio (BCC) que reunió cerca de 270 invitados. Entre ellos estuvieron dos de sus exfuncionarios: quien fue ministro de Turismo, Gustavo Santos; y el expresidente del BCRA, Guido Sandleris, actual asesor estratégico de la Bolsa.
El presidente de la Bolsa, Manuel Tagle, le hizo sentir a Macri la cercanía del círculo rojo local. En su discurso de apertura lo catalogó como una “persona distinguida” y hasta le agradeció por “plantar una semilla” que “ahora está germinando”.
Capítulo aparte para Córdoba
Macri reconoció que fue presidente "gracias a Córdoba". "Los argentinos ahora están viendo lo que los cordobeses ya veían en ese entonces: que lo que nos va a salvar es la cultura del trabajo", reflexionó.
Sin embargo, dejó una crítica para la dirigencia provincial de Juntos por el Cambio. “A nivel local hemos sido un fracaso. No construimos una propuesta competitiva acorde al apoyo que recibimos a nivel nacional”, subrayó.
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Admitió que el peronismo de Hacemos por Córdoba “habrá tenido sus habilidades” para mantenerse en el poder. Y aunque catalogó a sus propios candidatos como “dirigentes importantes” insistió en que “algo falló” y que no estuvieron “a la altura de las circunstancias”.
Macri insistió en que la solución para esto será resolver las diferencias de las distintas fracciones de la coalición durante las PASO, y contar con el apoyo incondicional de cada parte independientemente del resultado.
Elecciones, transición y nuevos desafíos
Macri volvió a sostener que se considera “optimista en el largo plazo y pesimista en el corto”. Catalogó al presente como “triste y duro” y auguró que la economía no logrará recuperarse hasta que no haya un cambio de gobierno. Frente a ese escenario, dijo que la oposición “tratará de seguir minimizando los daños”.
En el plano nacional dijo que los próximos candidatos también serán definidos en una PASO y que hoy “hay muchas personas muy valiosas” que podrían ocupar ese rol.
Sobre los desafíos que debería afrontar un nuevo Gobierno nacional de Juntos por el Cambio, adelantó que “no vamos a tener el apoyo del mundo” para acceder a nuevas líneas crediticias.
“Pero eso puede ser algo bueno. Nos va a tocar sostenernos con nuestras propias piernas y si logramos hacerlo, los otros países nos van a acompañar”, evaluó.
Además, advirtió que su propia coalición deberá cuidarse de hacer “populismo light o institucional”. “Hay que elegir dirigentes que sepan hacer lo más difícil: decir que no”, sostuvo. “El rol del político no es regalar, es crear las condiciones para que el sector privado cree y dé trabajo”, dijo.
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