El periodista Richard Norton Taylor contó que accedió a un nuevo documento desclasificado en los Archivos Nacionales del Reino Unido, donde se afirma que las fuerzas armadas de su país desplegaron 31 armas nucleares durante la guerra por las Malvinas, en 1982. Llevaron 12 de esas armas en el HMS Invencible y las otras 19 en el HMS Hermes.
Además, según el mismo archivo y otras fuentes en Francia, si el combate se tornaba negativo para las fuerzas británicas, el objetivo era atacar con dicho armamento al territorio argentino, más precisamente, a la provincia de Córdoba. Finalmente, la negativa del ataque se dio por una casualidad.
Si bien en el año 2003 se dio a conocer que Margaret Thatcher había enviado armas nucleares dentro de las fuerzas navales británicas a la Guerra de Malvinas, la información que reveló el periodista de ese país en esta oportunidad, tiene que ver con la cantidad y de qué forma se habían distribuido dicho armamento.
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Según supo Clarín la información de Norton surge del hecho de que todos los archivos en Gran Bretaña, después de 30 años, se envían al Archivo Nacional. Y esta información debe ser accesible a todos los ciudadanos que la requieran. Luego de conocerse, es publicada.
Y en su momento, el psicoanalista del ex presidente de Francia, Francois Mitterrand, aseguró en un libro que Thatcher tuvo la intención de usar armas nucleares en territorio argentino para definir de una vez por todas la guerra por Malvinas si las fuerzas de su país se veían en dificultades.
Alí Magoudi, el psicoanalista del fallecido Mitterrand, escribió que ese plan era lanzar las bombas sobre la provincia de Córdoba (donde hoy funciona la Fábrica Argentina de Aviones), pero fue abortado por la decisión del mandatario francés de colaborar con la Dama de Hierro, dándole información sobre las armas que Francia le había vendido a Argentina.
En su reciente escrito, el periodista reveló que hubo grandes disputas entre el Ministerio de Defensa y la oficina de Asuntos Extranjeros de Gran Bretaña, debido a la importancia y fragilidad de dicho armamento a la hora de transportarlo a lo largo de todo el océano Atlántico.
Sumado a esto, algunos políticos del Reino Unido estaban "nerviosos" por un posible ataque de la URSS. Así lo demostró el propio Ministerio de Defensa en una carta en el año 1982: "En caso de tensión u hostilidades entre nosotros y la Unión Soviética al mismo tiempo que la Operación Corporativa [el nombre en clave dado a la liberación de las Malvinas], la capacidad militar de nuestros buques de guerra se reduciría drásticamente".