Mauricio Macri habló sobre el ataque a Cristina Kirchner en la puerta de su departamento de Recoleta. Lo hizo en un programa de La Nación Más, en el que aseguró que el intento de asesinato fue obra de "un grupo de loquitos" y que "no estuvo orquestado políticamente".
"Para cargarlo de discursos de resentimiento y odio, nos echan la culpa (a la oposición) de algo que queda claro que es algo individual de un grupito”, sostuvo.
Además, criticó la postura del oficialismo tras el ataque a la vicepresidenta: "Después, por supuesto, cuando llegó el grotesco de la sobreactuación... Ahí ya hubo un rechazo".
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Y fue más allá: "Cadena nacional, feriado de vuelta, avasallando a los ciudadanos. Una vez más diciendo ‘a nosotros no nos importa alterar la vida de la gente que le cuesta llegar a fin de mes y le sacamos un día de trabajo’”.
También hizo hincapié en el uso que hizo el Gobierno Nacional del atentado como una oportunidad para "cargarlo de discursos de cada vez más resentimiento, más odio".
“Haberle mentido tanto tiempo a la gente hoy le hace desconfiar de algo que yo creo que existió, más allá de la mala reacción de la custodia y todas estas cosas que llevan a la confusión”, afirmó.
Encuentro improbable
Al ser consultado sobre una posibilidad de reunirse con Cristina Kirchner, el empresario expresó: "El diálogo es una cuestión fundamental en una sociedad. Para que eso se dé, tiene que existir la verdad, la honestidad intelectual”.
Sin embargo puso en duda la posibilidad de que se concretara el encuentro: "Si me llama Cristina, le contesto. No quiero generar expectativas de cosas que no han sucedido. No nos olvidemos de que ni siquiera me entregó los atributos. Desde ese lugar, pensar que va a haber un diálogo constructivo... ojalá, Dios lo permita por el bien de los argentinos”.