Un avión ruso permaneció 24 horas en El Calafate y generó polémica. Voló hasta Asunción, Paraguay para repostar combustible ya que las petroleras argentinas se negaron a prestarle servicio de carga por miedo a sanciones internacionales. El episodio se dio diez meses después de la controversia por el arribo a Buenos Aires de un avión venezolano con tripulación iraní
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La aeronave Bombardier, matrícula RA-73550, de la compañía Rus Jet, aterrizó en el aeropuerto internacional de El Calafate “Armando Tola” el sábado, procedente del aeropuerto Guarulhos, de San Pablo,Brasil, de acuerdo a La Nación.
La presencia del avión ruso en suelo argentino derivó en un pedido de informes al Poder Ejecutivo de los diputados nacionales Hernán Lombardi (PRO) y Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos). Los funcionarios exigieron precisiones sobre el vuelo, sus tripulantes, pasajeros, escalas, sus implicancias y consecuencias.
En su viaje, la aeronave evitó la jurisdicción europea, también por las restricciones impuestas a la Federación Rusa. Despegó el 21 de abril desde Moscú, el 22 pasó por el aeropuerto marroquí de Casablanca, y continuó hacia San Pablo, Brasil.
El aeropuerto internacional de El Calafate “Armando Tola”.
Luego voló hacia El Calafate sin escalas. Allí estuvo 24 horas y el domingo 23 partió desde Santa Cruz y aterrizó en el aeropuerto internacional de Ezeiza. En Buenos Aires, los pasajeros ingresaron sin inconvenientes, a diferencia de la aeronave, que tampoco pudo cargar combustible. De ahí, los cuatro tripulantes, tres rusos y uno argentino, volaron a Asunción.
En el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirosi pudieron repostar combustible y regresaron a Argentina, donde los pasajeros volvieron a subirse al avión. Poco después, el Bombardier partió rumbo a San Pablo, Brasil. Desde allí habría partido hacia Río de Janeiro.