Héctor Olivares y Miguel Yadón fueron sorprendidos a los tiros en la Plaza del Congreso el jueves por la mañana cuando salieron a hacer su rutina de ejercicios diaria. Un auto que se encontraba estacionado comenzó a dispararles. Allí perdió la vida el funcionario nacional Yadón.
Desde entonces, el diputado nacional riojano Olivares se encontraba internado luchando por su vida en el hospital Ramos Mejías. Tres días después del trágico ataque, murió como consecuencia de los disparos recibidos en el abdomen.
Además, el dirigente tenía comprometido los órganos vitales como el páncreas, hígado y colon. Las heridas le causaron pérdidas de sangre, una falla renal y complicaciones respiratorias.
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Según informaron medios nacionales, el sábado sufrió “una falla multiorgánica” y eso agravó su estado de salud. El subdirector del centro de salud había indicado que existía “riesgo de vida” y que había que ser “muy cautos” debido a la gravedad.
A través de las redes sociales, políticos y dirigentes expresaron sus condolencias: