La muerte de un juez estadounidense resuena con fuerza en Argentina. Es que Thomas Griesa fue quien llevó la mayoría de las causas por la deuda de nuestro país con los fondos buitre y, con su fallo en 2011 que quedó firme en 2014, provocó un nuevo default argentino.
El mediador designado por Griesa para interceder entre el Gobierno nacional y los fondos buitre, Dan Pollack, le confirmó la noticia a Clarín. El magistrado tenía 87 años y, por cuestiones de salud, había abandonado en junio las causas contra la Argentina que aún estaban pendientes.
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El juez de la Corte del Distrito Sur de Nueva York fue la cara de la pelea del Ejecutivo argentino y los grupos financieros -y particulares-, que compraron bonos de deuda pública de nuestro país tras la crisis del 2001. Fueron adquiridos a bajo precio y, luego del repunte de la economía, intentaron cobrar la totalidad del valor.
La disputa terminó a principios del 2016, cuando el Gobierno de Mauricio Macri impulsó el acuerdo para pagarle a los holdouts que el Congreso convirtió en ley en marzo de ese año. Resta que la Justicia determine la situación con cerca del tres por ciento de los fondos buitre.