Otro funcionario provincial aparece ligado a una posible vacunación de privilegio contra el COVID-19, con acusaciones de haber increpado a personal municipal.
Se trata de Jorge Pratolongo, exvocal y actual funcionario de la Agencia Córdoba Deportes, que recibió estos días la segunda dosis de vacunación en su ciudad, Villa Dolores.
Empleados municipales de Villa Dolores dijeron que Pratolongo no quiso respetar el orden de las personas que aguardaban para ser inoculadas, se fue, regresó a las horas, increpó a una empleada y finalmente recibió su segunda dosis al otro día. El funcionario niega que haya habido agresión.
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Pratolongo tiene 56 años y figura en los registros provinciales en condición de docente. En diálogo con Arriba Córdoba, aseguró que se desempeña como profesor de educación física sin precisar en qué establecimiento.
Dijo también que responde políticamente al presidente provisorio de la Legislatura, Oscar González, que tiene allegados en la lista de los vacunados preferenciales en Córdoba, en especial su nieto de 28 años, que cumple tareas informáticas en el Ministerio de Salud de Córdoba.
Gustavo Formini, empleado municipal de Villa Dolores, contó en Arriba Córdoba que el viernes 7 de mayo Pragolongo concurrió al predio de vacunación, donde hacen fila una buena cantidad de personas. “Pidió ser vacunado haciendo una excepción sin respetar el orden de llegada porque era funcionario”, dijo Formini, que explicó que en esa ciudad no se dan turnos sino que se vacuna por orden de llegada a los anotados en el sistema provincial.
En sus redes, Pratolongo se define como vocal de la Agencia Cba. Deportes.
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Eran las 10.30. Según el relato del empleado, se fue enojado y regresó a las 12.30, pero el personal de Salud había decidido cerrar el centro vacunatorio por la cantidad de gente esperando.
“Se enojó, increpó a una compañera y la trató tan mal que la chica terminó con una crisis de nervios”, dijo Formini, que agregó: “Metió el pecho diciendo que era funcionario de la Agencia Córdoba Deportes”.
Finalmente, se vacunó al otro día.
Patrolongo negó esa agresión. Adjudicó el tema a una cuestión política alentada por el municipio de Villa Dolores por su militancia con el legislador González.
“Fui en el horario correcto, la joven me dijo que había mucha gente y volviera cerca de las 13. Volví 12.15 y estaba cerrado. Le dije que no me parecía correcto, en ningún momento maltraté a nadie”, sostuvo.
“Como funcionarios debemos trabajar la mayor cantidad de horas posibles para vacunar y si hay que quedarse más horas, hay que hacerlo”, agregó.
Negó privilegios en su vacunación argumentando que es docente en actividad y se inscribió de manera regular.
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