El jefe de Gabinete, Marcos Peña, salió a cuestionar el discurso de los líderes sindicales. “Hay una parte minoritaria que estaba en contra de este cambio, pero la mayoría de la sociedad quiere que esto funcione y pone el hombro con mucho esfuerzo y sostiene un proceso de esperanza", disparó.
Además, advirtió que el clima sindical se enrarecerá ante la presencia de un año electoral y más dentro del sindicalismo, porque hay sectores que "comparten una visión más parecida a la de la ex presidente Cristina Kirchner", agregó.
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Por su lado, Pablo Moyano, uno de los más cuestionados en la marcha, apuntó sus dardos al kirchnerismo. "Nadie aprieta a la CGT. No nos van a correr ni la Línea 60, ni los muchachos kirchneristas. Se hacen los Rambo y precarizaron trabajadores", acusó.
El diputado Máximo Kirchner le restó importancia a los actos de violencia que protagonizaron algunos sectores. "No recuerdo una situación de ese calibre y creo que es muy sano que eso suceda, que quienes asisten a un acto interpelen a quienes tienen la oportunidad de estar arriba de una tarima, conducir y decidir".