El Gobierno Nacional decidió reinstaurar las bandas mínimas para el transporte aéreo de cabotaje, medida que había desaparecido en el año 2015, cuando comenzaron a desembarcar las empresas low cost en el país durante la administración Macri. La resolución se dio a través del decreto presidencial 879 que se publicó este viernes.
En el Boletín Oficial, el presidente Alberto Fernández, el Jefe de Ministros Juan Manzur y el Ministro de Transporte, Alexis Guerrera, firmaron "la conformación de un sistema de bandas tarifarias para ser aplicada a los servicios internos regulares de transporte aerocomercial".
En concreto, se trata de una limitación a la expansión comercial de las dos únicas aerolíneas que hoy ofrecen competencia a Aerolíneas Argentinas en el mercado interno: las "low cost" JetSmart y Flybondi. Dichas empresas habían llegado al país entre los años 2015 y 2017, y se había popularizado entre los usuarios argentinos por sus bajos costos en los pasajes.
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Por otra parte, en el decreto se estipula la devolución del monopolio del servicio de rampas a la empresa estatal Intercargo. Organización muy ligada a Aerolíneas Argentinas en cuanto a su manejo político y económico. Además, el boletín establece una "distribución igualitaria" de las frecuencias con las aerolíneas extranjeras que puedan llegar al país en el futuro.
En cuanto a las tarifas aéreas de cabotaje, el Gobierno planteó que para justificar la reinstauración de una tarifa mínima estudiaron los balances de todas las líneas aéreas que operan en el mercado de cabotaje. Actualmente solo Aerolíneas Argentinas y las low cost, Jet Smart y FlyBondi, son las que trasladan grandes cantidades de pasajeros.
Desde 2019 y la llegada del nuevo gobierno, varias empresas decidieron abandonar sus operaciones en el país, como son el caso de LATAM Argentina, la otra low cost, Norwegian y Andes y Avian/Avianca de Argentina, quien sigue inscripta en el territorio nacional, pero no operan hace ya dos años.
A pesar de esa competencia limitada, Aerolíneas Argentinas siguió registrando pérdidas multimillonarias, que fueron de 700 millones de dólares el año pasado y cerrarían en 600 millones de dólares durante este año. Por supuesto que la gran diferencia con los operadores privados, es que ese déficit se cubre con fondos del estado.