Desde la Quinta de Olivos, el ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, presentó la oferta que le llevarán a los bonistas el viernes para reestructurar la deuda externa de 68 mil millones de dólares. Durante la exposición estuvo acompañado por el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Kirchner, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
Guzmán expresó: "Hoy Argentina no puede pagar nada. Durante ciertos años no podrá pagar nada". "La realidad es que no llegamos a un entendimiento (entre Argentina y bonistas) sobre qué es sostenible. Los acreedores externos dicen que tiene que haber más ajuste fiscal, rápido y en más cantidad. Pero destruiría el futuro, las oportunidades de millones de personas. Un problema para todo el territorio argentino. No lo vamos a permitir", sentenció.
"Hoy Argentina no puede pagar nada. Durante ciertos años no podrá pagar nada"
Por esta razón, dieron a conocer el límite de la oferta que tiene como objetivo evitar el default: una mayor reducción de intereses que de capital. Esto significará una reducción de capital de 3.600 millones de dólares (una quita de 5,4 por ciento sobre el stock de deuda) y una reducción en el pago de intereses de 37.900 millones de dólares, que significará una quita de intereses del 62 por ciento.
Pero la novedad de la propuesta es el período de gracia por tres años. "La Argentina no pagaría nada durante el 2020, 2021 y 2022. Recién empezaría a pagar en 2023 una tasa de interés promedio del 0,5 por ciento. Esas tasas irán creciendo hasta niveles que son sostenibles", agregó el ministro de Economía. Desde el momenzo del lanzamiento de la oferta habrá 20 días hasta su cierre, período suficiente para que los acreedores tomen decisiones.
Luego de este anuncio, el presidente Alberto Fernández tomó la palabra, destacó el trabajo del gabinete económico y sostuvo que "fue un trabajo hecho a conciencia". "No estamos firmando un cheque en blanco, sino que es algo que Argentina debe cumplir", indicó.
"Todos entenderán que por delante tenemos un compromiso común de salir de esta situación y es que el pago de la deuda no suponga más postergaciones para argentinos que la están pasando definitivamente mal", continuó.
"Mañana va a ser un día definitorio para Argentina"
"Nos propusimos ser serios. No aprovechar la coyuntura del coronavirus para dilatar la solución de este problema. Quiero decirles que nos propusimos un sendero que era pedirle al FMI que viera lo que pasaba en Argentina y auditara la realidad económica y así fue", agregó el mandatario.
"Tal vez sea esta la oportunidad para construir un país mejor, más justo y realmente más federal. Tanta desigualdad irrita y lastima. Mañana va a ser un día definitorio para Argentina", concluyó.