Dentro de poco, el Congreso tratará la modificación de la ley de contrato laboral. El bosquejo original escrito desde el ministerio de Trabajo tuvo muchas modificaciones. Se cambió por un proyecto más light para contar así con el visto bueno de los líderes gremiales.
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El Gobierno aspira a bajar los costos laborales, aumentar la competitividad, regularizar el empleo en negro y crear más fuentes de trabajo. Aunque puede considerarse que no favorece sus intenciones iniciales, debió acceder a algunos pedidos de la CGT para redactar una ley madre del trabajo consensuada.
Entre otros puntos, de aprobarse por los legisladores el acuerdo alcanzado la semana pasada, se mantendría el espíritu de considerar al trabajador como la parte débil de la relación, se sacarían los beneficios y comisiones del cálculo indemnizatorio, continuaría el sistema de solidaridad empresaria (salvo casos puntuales) y se exigiría las contribuciones empresarias a partir de los 12 mil pesos de sueldo.
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Los puntos que se tacharon en la discusión con los "gordos" del sindicalismo argentino, nuevamente deberían ser rediscutidos. Esta vez, en negociaciones por sectores. Serían tratados en paritarias la implementación de un banco de horas, la creación de un fondo de cese laboral, la baja de costos en las contribuciones de la patronal y los ajustes (o no) por inflación.
El Gobierno impulsa estos cambios en las negociaciones por sector:
- Banco de horas: se pretende que horas extras al 50 y al 100 por ciento trabajadas no se cobren y se compensen con descanso. A cambio, se incentiva el pago del presentismo.
- Fondo de cese laboral: es una especie de seguro de desempleo, formado con aportes de empleados y empleadores, con fines indemnizatorios. Se quiere replicar en los asalariados el convenio que tiene la UOCRA sobre este tema.
- Contribuciones patronales: presentan como opciones la posibilidad de bajar el aporte de los empresarios a las obras sociales, rever las cláusulas de antigüedad, escalas, categorías y funciones, evitar hacer pagos extraordinarios y cambiar el régimen de pasantías, con el objetivo de capacitar personal a menor costo.
- Salarios e inflación: Para Jorge Triaca, ministro de Trabajo, la discusión de aumentos de sueldo debería rondar el 15,7 por ciento para el 2018. Si el acuerdo se realiza por semestre, el máximo porcentaje sugerido está dentro del 12 por ciento para la primera mitad del año. En este caso podría incorporarse una cláusula gatillo. De hacerlo, ésta no debería superar la expectativa del 15,7 por ciento de aumento previsto para el año que viene.
- Convenios testigos: Se incita a replicar condiciones de trabajo de los acuerdos con Petroleros en Vaca Muerta, de lecheros (a partir de la crisis de Sancor) y de la UOM en Tierra del Fuego (que congeló salarios por dos años a cambio de mantener la fuente de trabajo).