Tercero Arriba es uno de los departamentos que más preocupa a nivel país. De acuerdo a los parámetros oficiales, es zona roja y es el segundo distrito del país con mayor índice de casos cada 100 mil habitantes.
En ese marco, Río Tercero es una de las ciudades que más alarmas enciende: desde hace días los casos van en aumento y el intendente, Marcos Ferrer, fue uno de los primeros en aplicar una restricción nocturna, de 1 a 7 de la mañana.
Mientras se espera el decreto presidencial que impondrá nuevas restricciones a la circulación, el dirigente radical apoyó un toque de queda nocturno. "El problema lo tenemos en la clandestinidad. Estoy de acuerdo con un toque de queda, es una buena herramienta institucional. Implica que romperlo es un delito, que es lo que yo venía reclamando, la acción de los fiscales en respaldo a las medidas. Si no se tiene miedo de que apliquen una sanción es muy difícil", argumentó en diálogo con radio FM Sol Río Tercero.
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De todas maneras, Ferrer aclaró que no coincide en que sea, como algunos rumores indican, desde las 22: "Si es desde las 22, vamos a estar afectando a un sector muy fuerte, el gastronómico, donde yo no veo que esté el problema. Yo no creo que los contagios se produzcan en un restaurante, aunque puede haber un caldo de cultivo inmanejable en los bares nocturnos: se terminan transformando en un boliche".
"Me van a putear, pero es mi responsabilidad"
El intendente riotercerense lamentó la actitud de quienes no acatan ninguna medida de prevención para bajar los contagios. "Yo no puedo controlar cada asado en cada garage. La forma de hacerlo es suspender la circulación. No lo hago por malo, sino porque sé que si se complica no va a haber camas. Y después va a venir el reclamo de que 'mi papá se murió en el pasillo'", dijo.
"Si boludeamos con esto, se nos va a ir de las manos y se nos va a morir gente. Y si el sistema se desborda se van a morir en un pasillo", dijo Ferrer.
Luego fue aún más contundente: "Si boludeamos con esto, se nos va a ir de las manos y se nos va a morir gente. Y si el sistema se desborda se van a morir en un pasillo. Es indescriptible lo que eso significa en términos humanos para una familia. Uno lo dice y queda como un loco porque en este momento no lo ves".
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"En eso creo que falla el Gobierno Nacional. Nosotros no especulamos, no damos vuelta 15 días para tomar una medida. Si estamos convencidos que hay que cerrar de la 1 a la 7, cerramos y que venga lo que tenga que venir. Y la población ve eso. Me tienen como un intendente duro, salvo mi esposa, pero yo no especulo. Estoy convencido de lo que estoy decidiendo, y me van a putear, pero mi responsabilidad es mucho más grande que eso", sentenció Ferrer.