El jueves 10 de diciembre será un día histórico para Argentina. Después de 12 años de gobierno kirchnerista, Mauricio Macri asumirá la Presidencia de la Nación. Y más alla de la polémica por el lugar de la entrega de los atributos, la seguridad del flamante mandatario y su familia es una de las prioridades.
Distintos grupos kirchneristas anunciaron por las redes sociales que se movilizarán para despedir a Cristina. Y algunos, como la titular de Madres de Plaza de Mayor, Hebe de Bonafini, convocó, directamente a repudiar al nuevo presidente. Se estima que tanto en la zona del Congreso como en la Plaza de Mayo puedan coincidir militantes K con otros de Cambiemos. Por eso, el secretario de Seguridad, Sergio Berni y la futura ministra del área, Patricia Bullrich conversaron para intentar que no ocurra nada de lo que haya que lamentarse.

La Policía Federal, la Bonaerense, Gendarmería, Prefectura y la Casa Militar participarán del megaoperativo que busca evitar enfrentamientos o incidentes. Según el diario Clarín, además del despliegue de policías uniformados, habrá un grupo grande vestido de civil. Lo que está confirmado es que la Plaza del Congreso y la de Mayo estarán valladas por completo.
También habrá fuerte presencia en los puntos de acceso a Capital Federal. Se espera que grupos grandes de militantes de La Cámpora o de Quebracho quieran movilizarse hasta el centro, según lo que ellos mismos convocan desde las redes. Un rumor señalaba que Milagro Sala traería 50 colectivos desde Jujuy, sin embargo ella misma aclaró que sólo viajarán cinco micros para despedir a Cristina mañana miércoles pero que el jueves 10 volverán al nortel del país. "Macri ganó con derecho. No tenemos por qué arruinarle su fiesta”, señaló la dirigente social kirchnerista.