Ernesto Acher murió este sábado 13 de diciembre a los 86 años y deja una huella profunda en la cultura argentina. Músico, humorista y creador inclasificable, supo romper las barreras entre estilos y unir la música académica con el jazz, siempre atravesado por el humor inteligente que marcó toda su carrera.
Entre 1971 y 1986 fue parte de Les Luthiers, grupo en el que se destacó como compositor, actor y cantante, además de ejecutar más de veinte instrumentos. Su talento se integró con naturalidad a un elenco que marcó época y que llevó el humor musical argentino a escenarios de todo el mundo.
+ MIRÁ MÁS: Dolor en el cine argentino: murió el actor Héctor Alterio a sus 96 años
Tras su salida del conjunto, Acher siguió explorando nuevos caminos y fundó La Banda Elástica, un proyecto que reunió a importantes músicos del jazz argentino y le permitió seguir experimentando con sonidos, ritmos y formas poco habituales.
Además de su trabajo como intérprete, desarrolló obras muy diversas: desde música para cine hasta piezas de cámara y composiciones sinfónicas. También se desempeñó como director orquestal, hizo radio, se subió al escenario como comediante y mantuvo siempre activa su vocación por crear.
En 2002 se radicó en Chile, donde combinó su actividad artística con la docencia universitaria durante varios años. En 2016 regresó a Buenos Aires, ciudad en la que vivió hasta su fallecimiento. Su legado queda en una obra que logró algo poco común: hacer reír, emocionar y pensar al mismo tiempo.



