Alberto Cormillot (82) y Estefanía Pasquini (35) se convirtieron en papá y mamá de Emilio en septiembre del 2021. Se trata del tercer hijo del médico, pero el primero fruto de su amor con la nutricionista, con quien se casó en 2019 luego de dos años de romance.
A través de las redes sociales, el reconocido médico comparte videos y fotos con su bebé. Son registros de los momentos que se disfrutan el uno con el otro. Lo cierto es que teme no poder acompañarlo durante mucho tiempo de su vida. Por esta razón, tomó una decisión para seguir presente de alguna manera.
“Todo el tiempo pienso cuánto más lo podré acompañar”, expresó en diálogo con el ciclo radial Detrás de escena por AM 540. Contó cómo son sus días y cuánto le gusta observarlo y jugar con él. También reveló que le canta canciones de su infancia: “Soy consciente de la finitud de la vida”.
Por esta razón, dio inicio con un plan muy emotivo. Su objetivo es que Emilio lo tenga presente el resto de su vida, aunque ya no esté físicamente para acompañarlo como hasta ahora. Un archivo con mensajes, consejos y relatos tendrá el pequeño para siempre.
“Le grabo audios todo el tiempo y se los mando a un WhatsApp que él tiene. Es decir, el bebé tiene un número de teléfono con un WhatsApp en el que le grabo audios y le mando videos”, detalló Cormillot. Sin embargo, aclaró: “Ojo: no lo vivo como un drama sino como parte de la realidad de la vida”.
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¡Pero eso no es todo! Alberto Cormillot pensó en el futuro de su hijo y contrató a una profesora particular para que le enseñe chino dos veces a la semana: “Le habla, le canta y le juega en chino”. “Como es el idioma del futuro, quiero que de chiquito vaya acostumbrando el oído y le sea útil para aprenderlo mejor cuando crezca”, argumentó.
La idea lo entusiasma mucho y no deja de imaginar a Emilio con todos estos aprendizajes. Explicó que le gusta incentivarlo y disfruta “todos los días al máximo y hace planes cercanos en el tiempo”. Aclaró que “no proyecta a largo plazo con él” y que desde antes que naciera siempre fue “consciente de su edad y de la finitud del tiempo”. “El chico está ahí y sé que lo voy a acompañar hasta determinado momento”.