Abel Pintos y el Festival de Cosquín tuvieron un reencuentro soñado y mágico en esta edición 2017, tras la ausencia del artista más convocante del país el año pasado. Con su presencia, la cuarta luna se convirtió en la primera en mostrar a la Plaza Próspero Molina totalmente repleta con más de 8.500 personas.
Antes de la figura central, estuvieron El Ballet Camin, Claudia Pirán y el ballet Nuevos Rumbos, la rafaelina Patricia Ratti, el grupo “Herederos" de Junín, el Grupo Ceibo y la unión entre Los 4 de Córdoba, Los Guaraníes, Silvia Lallana, Ángel Martín, Román Ramonda y la orquesta de Pelusa Navarro que interpretaron “Todos: un canto de Córdoba hacia el mundo”, canción que repudia la trata de personas.
La multitud no tuvo que esperar hasta tan tarde (o tan temprano) para disfrutar de la estrella de la noche. Minutos antes de la 1 de la mañana, Abel subió al escenario Atahualpa Yupanqui vestido de impecable saco blanco con bordados negros, aunque después cambió el vestuario por una remera roja.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando invitó al escenario a Nahuel Pennisi, un joven cantante y guitarrista ciego que emocionó a todos. "Ensayamos un poco en el camarín", nos contó luego Nahuel. Parecía que hubieran practicado durante meses.
"Cosquín es un artista en sí mismo y nosotros intentamos honrarlo con nuestros cantos y nuestras canciones", dijo Abel ante los micrófonos. En la plaza, mujeres de todas las edades expresaron su amor por él y hasta le pidieron casamiento. Mirá la nota de ElDoce.