La vida de Gastón Massa cambió hace tres meses cuando le diagnosticaron cáncer. Por más cruda que fuera la noticia, el popular influencer le puso el pecho a la situación desde el minuto cero y decidió encararla como un desafío, una experiencia dura y trabajosa. Pero que le deja más de una enseñanza en el camino por recorrer.
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Desde su casa en Valle Escondido, el también arquitecto recibió a Seguimos en El Doce en el clásico Rompesiesta. "Ya pasaron tres meses de quimioterapia, siento que fue ayer cuando lo conté. El tratamiento puede variar, pero venimos con todo", contó, con su buena onda característica.
Y agregó sobre la evolución de su cuadro: "El trabajo viene muy bien, los síntomas que tenía desaparecieron. Los estudios me dieron bien y todo lo que se pueda hacer bien, lo vamos a hacer".
Sin embargo, esta actualidad de prudente optimismo y energías positivas pareciera lejana a los primeros síntomas que sufrió Gastón y que encendieron las alarmas de su salud.
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"Hacía dos semanas que me sentía muy fatigado, venía de días con sudoración nocturna, me dolía el pecho, la espalda y no podía tragar bien. Vivía a analgésicos: unas horas estaba bien pero después caía. Yo pensaba que era el ritmo que mantenía, estaba con muchas cosas a la vez", recordó mientras su perro Chay correteaba por el living.
"Tuve un casamiento y ahí toqué fondo. Llamé a Urgencias y ella me detectó el linfoma. Me hizo las preguntas claves: '¿Te pica? ¿Tenés sudoración nocturna? ¿Tenés fatiga?'. Después de una hora hablando me dijo que podía tener dengue, neumonía o un linfoma. 'Es muy probable que tengas esto último', me dijo", reveló.
A partir de ahí comenzaron los estudios que desenmascararon su diagnóstico: un linfoma de Hodgkin. Dos semanas después empezó el proceso de quimioterapia, que ya lleva tres meses con resultados más que alentadores.
Cambio de vida
Luego de la conmoción de enterarse que tenía cáncer, Gastón y su novia Camila, a la que considera un "pilar fundamental en su vida", tuvieron que tomar decisiones fuertes. "Esto te cambia el panorama. Nos mudamos, trajimos a Chay y definimos prioridades", indicó. Entre esas prioridades se encuentra el parate con respecto a la arquitectura, su cara más seria en el mundo profesional.
"Decidí estar en mi casa tranquilo, haciendo redes, generando contenido para mí y para marcas. Quiero curarme", enfatizó.
Sin embargo, esa tranquilidad fue atravesada por una fecha trascendental para Gastón: el cumpleaños de Chayanne, su gran ídolo musical. Además de todo el merchandising habido y por haber del puertorriqueño, el influencer compró una torta para festejar tan importante casillero en el calendario.
Con sonrisas y miradas de esperanza, Gastón, Camila y Chay despidieron al equipo de Seguimos en El Doce. Quedan semanas de lucha contra una enfermedad que le cambió la vida a este joven cordobés, que adoptó como máxima aquel popular dicho que reza que "si la vida te da limones, haz limonada".