Es muy probable, casi seguro, que estas dos coordenadas nunca más se vuelvan a encontrar en nuestra ciudad: un Congreso Internacional de la Lengua Española y la presencia de unos de los poetas urbanos de habla hispana que se supo ganar el cariño y admiración de uno y otro lado del océano Atlántico: el gran Joaquín Sabina.
Por eso, el tributo “A Joaquín Sabina, poeta de ciudades” se esperaba en Córdoba con ansiedad y alta expectativa sobre todo por los fans de este andaluz de Úbeda que colmaron todos las ubicaciones del flamante Teatro del Libertador.
Las entradas gratuitas se acabaron en horas. Lamentablemente quedó mucha gente afuera sin poder verlo y escucharlo. el Teatro del Libertador fue un gran marco, pero sólo para unos pocos.
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Pasadas las 10 de la noche aparecieron sobre el escenario Sabina y el poeta español y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero. Sentados frente a una mesa, como si fueran dos amigos que se encuentran en un bar y con el gran telón de fantasía de fondo fueron alternando sus voces en un poema con guiños a esta comunión hispanomaericana, el idioma que nos une y las referencias populares y urbanas que transformaron a Sabina en un argentino y tanguero más.
Roto el hielo de la mejor manera, el espectáculo empezó a desandar su programa con la interpretación de esos tangos que especialmente eligió Sabina para su homenaje, a los que se sumaron sus propias composiciones sólo que esta vez se vistieron con pilchas tangueras. Así, estas canciones dan muestra que el español es un “involuntario compositor de letras de tangos” más allá de que su obra no se clasifique dentro del género ciudadano.
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La Orquesta de Cuerdas Municipal, dirigida por Santiago Ruiz y con la participación de los bandoneonistas Damián Torres y Pablo Jaurena le pusieron la música a este espectáculo y así fueron apareciendo el joven cantante Carlos Habiague, Silvia Lallana, Marcelo Santos y Gustavo Vicentín. Se escucharon “Pasional”, “Yira yira”, “Volver”, “Afiches”, entre otros. Pero también canciones de Sabina en clave tanguera como “Y sin embargo” y “Tan joven y tan viejo”.
Santos corrió cierto riesgo al cantar y ponerle música a dos poemas de Sabina prácticamente desconocidos por la gente como “Hace tiempo” y “Mereció la pena”. “Cuando terminó el espectáculo Sabina me dijo que le había gustado mucho lo que había hecho”, dijo a ElDoce.tv el cantante cordobés visiblemente emocionado.
Por su parte, Gustavo Vicentín expresó a este medio que “con los tangos me siento fluir, pero cantar una obra de Sabina, y estando él presente, no fue fácil”.
También hubo una especial participación de la escritora española Elvira Sastre y la entrerriana Luciana Bedini en la lectura de poesía.
Luego, una vez más apareció Sabina en la mesa con el poeta Benjamín Prado, quien dijo que el músico es “como su hermano”.
Sabina por su parte leyó la poesía de su famosa “Con la frente marchita” y expresó que “una letra de canción es digna cuando pasa la prueba de leerla sin música”.
Párrafo aparte merece la participación de Adriana “La Gata” Varela, amiga personal de Sabina y con quien más de una vez compartió escenario en España y en Buenos Aires. Hubo guiños, complicidades y halagos que iban y venían.
De su voz salieron Malena y Garganta con arena. “Ustedes saben que Cacho Castaña le compuso al Polaco Goyeneche Garganta con Arena. Bueno, para mí Joaquín es el Polaquito de hoy”, dijo. También interpretó “Una canción para la magdalena” y “Contigo”.
Para el final, lo que todos esperaban, escuchar también cantar a Sabina. Lo hizo con todos los tangueros invitados y sonó su canción “Con la frente marchita”, una pieza ideal que resume el cariño de este andaluz por nuestra tierra, sus poetas y su música. Cariño que también viaja en la otra dirección. Video: