A los trece años se internó en un centro de rehabilitación de Córdoba. Pero no fue por un problema de adicción. Lo hizo voluntariamente para aliviar la carga familiar de su madre. Si bien compartió su vida con otros jóvenes adictos, la experiencia lo ayudo a madurar.
Estuvo seis meses en el centro cristiano Reto a la Vida. En ese lugar, le enseñaron a tocar instrumentos musicales. "El refugio fue como la colimba para mí. Aprendí un montón de cosas y salí dándome cuenta de cómo era la vida. Quería tener mis cosas, formar mi familia y llenar el vacío que había quedado en mi corazón de chico", le contó a la revista Pronto.
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De esa etapa de su vida, recordó con cierto orgullo, que sus ideas se acomodaron. Decidió volver al colegio y apuntó a la música. "Entendí que las etapas que había quemado de chico no volverían".
Con mucho esfuerzo y trabajo logró dejar de lado los malos recuerdos, cuando su padre perdió una fábrica de aberturas y la crisis lo arrastró al mundo de las drogas y el alcohol dejando a su madre a cargo de todo. "Se las tenía que arreglar con 200 pesos de un subsidio y no podía con los tres hijos".
En esos días, se la pasaba junto a su mamá rastreando a su padre en los boliches del barrio. Esa rutina lo terminó enfermando de gastritiis, cuando tenía 13 años.
El Polaco tiene una hija con Karina ”La Princesita” y otra con su actual pareja Valeria Aquino, aunque también lo vincularon con Ganinna Maradona.
Este lunes, se sabrá si junto a su pareja de baile, Barby Silenzi, se consagran en “El Bailando 2016”.