Carlitos Jiménez ya tenía programado su show, de cada año, en el Luna Park cuando se desató la polémica nacional por un video del cuartetero con chicas en el escenario. Justamente, su presentación en el mítico estadio porteño comenzó con la reproducción en pantallas gigantes de la conferencia de prensa donde La Mona pidió disculpas.
Luego, ingresó el ídolo y la ovación fue impresionante. Siete mil personas agotaron las entradas para verlo. Y la Mona no los defraudó. "Vine a festejar mis 48 años con el cuarteto, y los seguiré festejando el viernes en el Sargento y el sábado en la Plaza de la Música", anunció el rey del cuarteto.
Esta vez, la noche fue controlada. Las fanáticas que subieron al escenario sólo lo saludaron y bailaron. También subió un joven que ganó un concurso para que le hicieran un tatuaje de la Mona en vivo.
No faltó el acompañamiento familiar de los Jiménez. Sus hijos Carli y Lorena se sumaron a cantar con papá. Y tampoco faltó un incondicional como el Mono de Kapanga. Tras más de tres horas, la Mona volvió a demostrar que su magia cautiva no sólo en Córdoba sino en todo el país.