Desde hace 19 días, la pregunta sobre dónde está el ARA San Juan aún no tiene respuestas. Mientras tanto, continúa la búsqueda intensa, donde colaboran cinco buques de la Armada Argentina, un barco chileno y otro ruso. Rastrillan sin descanso en un área de 4.000 kilómetros cuadrados y, según indicaron desde la fuerza, no hay fecha límite de colaboración.
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En un nuevo parte oficial, el vocero Enrique Balbi reconoció y admitió que quizás nunca se sepa qué pasó con el submarino que partió desde Ushuaia y nunca llegó a Mar del Plata: “Es importante el contacto visual, poder localizarlo en el lecho del mar, que va a dar un indicio si visualmente se percibe algo; puede que sí, puede que no”.
Además, volvió a insistir en que “se descartó el ataque externo” y que no se trató de una emergencia de “una falla subsanada” luego de que se filtrara agua en el snorkel que provocó daños en las baterías. “El comandante no lo consideró una emergencia. Fue una falla. Para el submarino no fue una emergencia”, aseguró.
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Debido a las malas condiciones climáticas aún siguen sin novedades, un problema que retrasa la realización de las tareas. En los próximos días, resta verificar tres contactos de los seis que se detectaron en el fondo del mar. Los otros tres ya fueron descartados.
En el parte del domingo, Balbi explicó que estaban concentrados en un contacto que se encuentra a 950 metros de profundidad. Se trata de un “contacto metálico” que fue alertado por el buque Cabo de Hornos de la Armada chilena.
Mientras tanto, se filtró la última imagen del ARA San Juan capturada por el hijo de un marino mientras estaba en vuelo. Según trascendió, será entregada a la Armada porque quizás aportar algún indicio en las pericias.