Del calor al diluvio y del drama al alivio. Así se vivió este martes en Córdoba en cuanto a las condiciones del tiempo que, tal como se había anticipado, cambiaron rotundamente en cuestión de horas.
Las lluvias llegaron primero a las localidades del sur de la provincia y fueron avanzando hacia la capital. Cuando anocheció, el cielo de la ciudad cambió de color y comenzó la actividad eléctrica.
Ya pasadas las 21.30 empezó a llover en la ciudad de Córdoba y la intensidad creció. El viento rotó al sur con ráfagas de hasta 100 kilómetros por hora.
Lo cierto es que el agua trajo alivio, sobre todo en varios sectores del interior provincial que sufrieron incendios. El viento norte de casi todo el día y los 34 grados de máxima fue el combo que ayudó a que se provocaran varios focos.
Finalmente las tan ansiadas lluvias se convirtieron en un componente clave en el combate de los bomberos, luego de una ardua jornada de trabajo.
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Más allá del repentino cambio de tiempo, la humedad se mantuvo en el ambiente y eso hará que los próximos días continúen siendo muy calurosos en todo el territorio provincial.
De acuerdo al pronóstico, este miércoles se prevé ventoso, aunque la máxima alcanzará los 27 grados. Para el jueves, viernes e incluso el sábado la temperatura irá en aumento hasta llegar a los 34 grados.
El ambiente de intenso calor llegará a su fin el domingo, cuando otra vez el viento haga descender las máximas de cara a la última semana de octubre.