La literatura construye mundos. Desde pequeños las historias que nos leen nos acercan a mundos de fantasía, imaginarios o también reales y concretos. De todos ellos queremos formar parte. Soñamos ser alguno de esos personajes y transformarnos en protagonistas de la historia, de nuestra historia.
Esa es precisamente la razón por la cual, la literatura infantil toma una relevancia profunda en la construcción de modelos para las distintas infancias.
En este 8 de marzo queremos reflexionar sobre los estereotipos y modelos culturales que construimos desde nuestras infancias para reflexionar sobre en qué tipo de sociedad queremos vivir.
Chirimbote es una editoral que nació con un objetivo claro: mostrar la diversidad de los mundos. Hace seis años, la escritora y periodista Nadia Fink, el dibujante Emiliano Pitu Saá y el diseñador Martín Azcurra le dieron forma a este proyecto que ya exporta sus obras a otros países de Latinoamérica. Frida Kahlo, Julio Cortázar, Juana Azurduy, Violeta Parra, Alfonsina Storni, Silvio Rodriguez, Gilda, son sólo algunos de los personajes cuyas historias son narradas en los libros de la editorial.
En diálogo con El Doce, la fundadora, Nadia Fink, nos invita a pensar sobre nuestros héroes y antihéroes, princesas y antiprincesas pero sobre todo sumergirnos en el maravilloso mundo de la lectura.
-¿Por qué es importante que la literatura infantil represente distintas visiones de mundo y modelos sociales y culturales?
-Es importante porque el mundo es diverso, no llenos de modelos tan únicos como los diferentes productos culturales –los hegemónicos– muestran. Hay niñas que juegan a las muñecas, claro, pero también hay otras infancias que lo hacen, como también nenas que agarran una pelota y se la pasan en la canchita del barrio haciendo gambetas. Hay familias que son de dos personas, otras donde hay dos mamás o papás o más de dos. Hay chiques que no saltan la soga porque están en sillas de ruedas, por ejemplo. Así de amplia es la sociedad, el planeta entero, y nada acotado como nos intentan hacer ver.
Creemos que las niñeces, para que luego tengan adulteces más felices y liberadas, pero también más plenas de derechos, deben tener la posibilidad de acercarse a esas visiones y desatarse de los modelos impuestos.
-¿Cómo encontró la editorial esa mirada de la vida y el mundo para comunicar?
No sabemos si nuestra manera es la correcta, pero sí tenemos esta mirada más diversa e inclusiva, y por eso nos interesa contar historias de personas reales y cercanas para que amplíen la visión del mundo de las infancias –y adulteces también, ¿por qué no?–.
Elles quieren divertirse, curiosear, son sensibles y poco a poco, a medida que van creciendo, se les van imponiendo moldes que les estructuran. A partir de ahí, y porque también fuimos pibas y pibes, buscamos aportar otros sentidos a partir de un lenguaje simple y dibujos que interactúan con esas palabras. Con cada historia de las colecciones Antiprincesas y Antihéroes quisimos acercarles también a la historia de nuestros pueblos y de nuestras libertades.
-¿Por qué el concepto ANTI (Antiprincesas y Antihéroes)?
-El anti es una manera de plantarnos en oposición a los estereotipos que se pretendían para las niñas: princesas, quietas, bien vestidas, sin ensuciarse, etc. Si bien construimos un nuevo concepto, nos parece que es claro y rupturista. Y a partir de ahí nos propusimos contar historias reales de mujeres fundamentales de la historia latinoamericana para darle otra perspectiva diferente a les chiques sobre ser mujeres. Y así surgen nuestras antiprincesas que se atrevieron a desafiar su historia, su tiempo, que salieron a buscar su destino, que quisieron y desearon ser, y lo lograron rompiendo con estereotipos impuestos. De ese modo nos alejamos de la mirada de la mujer y las diversidades tal como las muestra la industria Disney: quisimos desandar los estereotipos que no incluyen la diversidad de niñas e infancias en el mundo de hoy.
Con los antihéroes también nos propusimos pensar, con ese término, en el estereotipo de la infancia masculina que son los superhéroes. En nuestro caso son personajes varones que oponemos a los superhéroes tradicionales porque tienen sus propios poderes –que son reales-, como generar formas de magia y fantasía, disparar la imaginación, comprometerse con los pueblos libres, etc.
-¿El 8M es una fecha con un significado importante para ustedes? ¿Con qué literatura de la editorial lo relacionarían?
Con todos nuestros libros porque cada uno apunta a la libertad, a la autonomía, a evidenciar que podemos ser mucho más que víctimas de este sistema machista: somos protagonistas de la historia, somos sujetas activas y de eso da cuenta toda la literatura. Pensamos en diferentes generaciones y por eso empezamos por las antiprincesas, pero también está el Feminací de RO Ferrer, que es muy cercano a las pibas o Feminismo para Jóvenas, escrito por ellas mismas. Pero si pensamos el 8M también como una fecha donde los paros de mujeres muestran cómo movemos el mundo, tenemos las palabras de Domitila Chungara, minera boliviana, que nos habla desde un feminismo popular de cómo lucharon las mujeres en un ámbito tan lleno de hombres.
Al 8M, como a tantísimas otras fechas más del calendario de los feminismos populares –el 3 de junio, pero también el 26 porque junio arde rojo; por ejemplo-, es una fecha que tenemos casi tatuada, un día que no se festeja, sino donde continuamos reclamando derechos pero también donde nos encontramos para seguir tejiendo redes (eso sí es lo que celebramos).
-¿Qué libro o historia le recomendarían a una persona, niño, niña o familia que quiere, por primera vez, acercarse a una literatura diferente de la que siempre ha leído?
-Siempre es bueno escuchar a les chiques. Darle atención a sus dudas, a sus búsquedas, a sus deseos. Y así buscar juntes una lectura. Y también, como decía Gustavo Roldán, es importante que los libros atraigan a las personas adultas porque son quienes leen cuando son más peques. Así que hay que pensar en las infancias pero sin olvidar a las y los grandes. Aportar nuevas historias es llenarles el mundo de colores, palabras e imágenes para ampliarlo. No se trata de que unos libros sean mejores que otros, sino de que puedan tener la posibilidad de conocer otros puntos de vista que enriquezcan su crianza.